Semblanza de Diana, por Helen Freear-Papio
Conocí a Diana en un congreso en la preciosa ciudad de Salamanca en el año 2009, donde nació una anécdota que todavía nos hace reír mucho. Di una presentación sobre el teatro de mujeres y había citado un artículo de Diana en mi ponencia. Cuando vi su nombre en el programa - ella iba a dar una charla sobre el teatro griego- decidí buscarla porque la quería conocer. Como no sabía cómo era ella, fui preguntando a todo el mundo: “¿Conoces a Diana de Paco?”. Pero no la encontraba y, frustrada, me di por vencida. Yo estaba sentada en un sofá en el pasillo, al lado de un aula y una mujer joven y guapa se sentó a mi lado. Decidí hacerle a ella la misma pregunta: “¿Conoces a Diana de Paco?”. Me respondió de inmediato: “Pues sí, la conozco muy bien... ¡soy yo!”. Y el resto, como se dice, es historia. Es una gran historia de amistad personal, de colaboración profesional y de un amor compartido por el teatro.
En 2010 la invité a dar una serie de charlas invitadas en varias universidades de Nueva Inglaterra, incluyendo la mía, el College de Holy Cross, y luego ella me invitó a Texas para asistir al congreso de la revista Estreno. Estos dos viajes SON clave para el desarrollo de nuestra amistad profesional y personal. Desde entonces, hemos ido juntas a muchos congresos internacionales en Cerdeña, Mallorca y por todas partes de España y de los Estados Unidos.
También he tenido la gran suerte de asistir a la puesta en escena de varias obras suyas, como Espérame en el cielo o mejor no, Polifonía, El asegurado y Casandra. De hecho, el diciembre pasado estuve con Diana en Nueva York para ver un monólogo corto suyo que se estrenó en el Teatro Sea: Esposa y viceversa. Inteligentes y profundas, todas sus obras muestran su gran talento dramatúrgico; ella tiene el don de la palabra y entiende perfectamente cómo debería ser un buen texto teatral. Sus obras son paradójicamente complejas pero accesibles, y frecuentemente contienen una buena dosis de humor negro. ¡No importa si tienen lugar en la antigüedad clásica o en una calle llamada Obsession Street!
Como profesora, siempre incluyo sus obras en mis clases de literatura porque a mis estudiantes les encantan. Las dos veces que Diana vino a mi universidad, mis alumnos presentaron en su honor lecturas dramáticas de Polifonía y una versión bilingüe de Su tabaco, gracias. También he tenido la suerte de venir muchas veces a la Universidad de Murcia, donde he dirigido con Diana dos talleres de teatro bilingüe. Más recientemente he participado también en un curso de verano sobre mitos y complejos que Diana organizó con su colega y amiga, la profesora Carmen Sánchez Manzanares. Además, siendo ambas docentes, NOS INTERESA COMPARTIR estrategias pedagógicas porque a las dos nos importa mucho el aprendizaje de nuestros alumnos.
En 2019 Diana me invitó a los premios Max porque su obra Casandra había sido nominada por un premio. Fue una experiencia emocionante porque tuve la oportunidad de celebrar un gran éxito profesional con ella y un momento inolvidable de nuestra amistad.
Mi relación con Diana SIGUE CAMBIANDO DE FORMA MUY POSITIVA mi trayectoria profesional. LLEVO DÉCADAS estudiando el teatro de las mujeres de la España democrática, empezando con mi tesis doctoral, pero ahora, GRACIAS A DIANA, ENTIENDO EL PROCESO DE CREACIÓN TEATRAL desde OTRA PERSPECTIVA - DESDE LA de PODER VER A ESTA dramaturga TALENTOSA en acción.
Mi relación personal con Diana es muy estrecha y PASAMOS mucho tiempo juntas y con sus maravillosos padres, Mariano de Paco y Virtudes Serrano, y sus dos encantadores hermanos, Miguel y Mariano. Diana es muchísimo más que una amiga; es una hermana. Es una mujer sumamente fuerte y lo va a superar todo con gracia, persistencia y fortaleza. ¡Queda mucho por hacer juntas!
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