Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como formación

PASADO DE ROSCA. Doble fondo 2/7, por Bernar Freiría

Imagen
—No sé cómo puedes mantener ese ritmo de gasto, tía. —Uno tiene que vivir con arreglo a sus gustos. La peor manera de ser pobre es vivir como un pobre. —No me jodas, Sonia. Que tú eres fija y yo no, pero tú no puedes ganar tanto como te gastas. —Si lo gasto es que lo tengo. —Pues yo no, tía. No te puedo seguir. Me gustas mucho y me lo paso muy bien contigo. Pero a este paso me arruino en dos meses. —Pues haz algo para no arruinarte. —Ya me han ofrecido alguna vez quedarme fijo para hacer rutas, pero no he querido. Me gusta vivir así, con más libertad. — No te estoy hablando de engancharte a la rueda. Con eso poco más ibas a ganar. Te estoy hablando de otras cosas. —Explícate. —Mira, te voy a dar un número de teléfono. Llama, pregunta por Ginés, el de Torreagüera y a ver lo que te ofrece él. —A ver, a ver ¿de qué me estás hablando? —Tú puedes conducir un camión de esos con remolque ¿no? —Claro, tengo todos los carnés sellados. —Pues con un camión de esos haciendo rutas a Europa se puede...

Soren-Neros, por Rafael Hortal

Imagen
¡Publica, publica, por favor! Es lo que todos le decimos al poeta y escritor Soren Peñalver, que guarda cientos de cuadernos manuscritos con textos y poesías entre sus diarios. Mi osadía es infinita: atreverme a escribir sobre el maestro solo es perdonable por mi admiración hacia él. Allá por los 70, cuando pisaba la ciudad de forma ocasional, o mejor dicho, circulaba en bicicleta, pues nunca se interesó por conducir coches, alguien me habló de él como una persona singular, viajero y culto poeta. En casa de Ponciano recitaba versos y se expresaba con un lenguaje selecto ante los jóvenes estudiantes de Filosofía y alguno de Económicas como mi amigo Juan Plaza. Eulogio Villena, José Olmo y los demás también lo escuchaban como alumnos peripatéticos. Siempre lo quise conocer, pero no me presenté a él hasta el mismo momento que recuperado de los dos ictus del 1 de noviembre de 2010, le dedicaban un homenaje en la plaza de Santa Catalina, con el fondo del Museo Gaya, su querido museo. Soren...

EL ARCO DE ODISEO. Fantasía desechable, por Marcos Muelas

Imagen
Las luces dejan de parpadear, en las calles se abandonan los árboles que han presidido estas fechas y empiezan los eternos listados de futuros propósitos de año nuevo. Y es que, la Navidad, ya toca su fin. Una época ligada a la fantasía. Un retorno a la niñez. Días en los que nos reunimos con la familia y amigos para intentar disfrutar de esa felicidad tan publicitada, comemos juntos e intercambiamos regalos.   Días de tradiciones. Las horas corren mientras nos deleitamos haciendo un repaso de la ya mítica Mary Poppins y otros clásicos de Disney cargados de magia y fantasía.   Los que antaño fueron niños, ahora son padres que intentan inculcar el apego que sintieron por estas joyas y por un momento, ellos mismos experimentan una regresión a su infancia, donde disfrutan de esas películas como hicieron el primer día. En estas historias aparecen seres fantásticos. Seres que a los pequeños protagonistas no les cuesta asimilar su existencia. Por su parte, el personaje adulto h...

LOS SONIDOS Y EL TIEMPO: El padre del genio, por Gabriel Lauret

Imagen
    Dentro de la historia aparecen esporádicamente músicos que destacan por su precocidad, por un talento que parece que fluye de otra dimensión, como si el compositor fuera un mero transcriptor de un conocimiento extraterrenal. Este es el caso de Wolfgang Amadeus Mozart.   Nacido en Salzburgo en 1756, comenzó a aprender música por imitación a los tres años, cuando su padre comenzó a enseñarle música a su hermana mayor Maria Anna (Nannerl). Vistos los progresos espontáneos del pequeño, el padre le dio clases de piano y violín. Con sólo cinco, empezó a componer pequeñas piezas que el padre transcribía y, un año después, emprendió distintos viajes por toda Europa: una tourneé de tres años por toda Europa y tres viajes por Italia. Conoció el estilo orquestal de Mannheim, la forma de componer de Schobert en París y de Johann Christian Bach en Londres. En Italia recibió influencias tanto de Sammartini sobre la composición sinfónica como del padre Martini, y escuchó la ópera i...