LOS SONIDOS Y EL TIEMPO, Un tenor de otro tiempo: Pedro Lavirgen, por Gabriel Lauret

Poco antes del verano, a comienzos de abril, fallecía en Madrid uno de los grandes tenores que ha dado nuestro país, poseedor de una voz poderosa, con unos agudos impactantes y con un estilo forjado en la tradición a lo largo de muchos años de estudio. Aunque era un nombre muy célebre, yo no conocía toda su historia, desde unos comienzos muy duros (no solo en el canto, sino en la vida), sus esfuerzos para poder formarse, su eclosión como cantante, su retirada algo prematura y una larga vida durante la que mantuvo el respeto unánime de la profesión, algo mucho más difícil de conseguir, si cabe. Nació en Bujalance, un pequeño pueblo a unos 40 kilómetros de Córdoba, en el verano de 1930. Su familia era numerosa y humilde, y su niñez se vio marcada por la guerra y por un accidente que le provocó la parálisis de una rodilla, que provocó un largo internamiento de tres años en un hospital de Córdoba. Tras una operación casi milagrosa, comenzó a recuperar el tiempo perdido. Su afición por el c...