EL ARCO DE ODISEO, Rip, por Marcos Muelas

Londres, 1941 “Trabajábamos a contra reloj, sucios y cansados, echando a un lado los escombros, intentando desesperadamente abrirnos paso. Rip y yo estábamos solos, no había tiempo para esperar al resto del Escuadrón y realizar nuestra labor. Éramos conscientes de que cada segundo perdido podía significar una vida. Pero tampoco podíamos precipitarnos, ya que un mal movimiento podría significar un nuevo derrumbe. En algún momento, durante el último bombardeo, habíamos tenido que salir corriendo dejando atrás nuestras palas y el equipo básico de trabajo. Ahora, nuestras manos desnudas eran la única herramienta. Algunas de las piedras y los escombros que tocábamos, aun emitían calor a causa de las explosiones recientes. Así, a los numerosos cortes de mis manos añadí también quemaduras. Pero ninguno de los voluntarios se quejó. Quizá fuese por solidaridad o tal vez porque necesitaban hacer algo útil para espantar el terror. Tampoco es que fueran voluntarios reales, lo...