PUNTO DE FUGA. Balances, por Charo Guarino

Si cada fin de curso tiene algo que lo hace singular, sin duda este se lleva la palma, pues coincide con el que ha conducido a mi hija a culminar sus estudios en Medicina, de los que se gradúa mañana, para mi alegría y la suya. Dada como soy a la nostalgia, volver a sus fotos de niña las últimas semanas y recordar los hitos que han ido jalonando su camino, desde el jardín de infancia hasta este momento, me han hecho remover no pocas emociones y echar en falta de un modo especial a mi madre, que tanto me apoyó en su crianza, pues coincidieron prácticamente mi titularidad en la Universidad, su nacimiento, y poco después mi divorcio. Irene seguirá preparando el MIR, del que se examinará si nada lo impide a finales del próximo mes de enero, para seguir con la especialidad que en ese momento habrá de escoger, y que confío le reporte muchas satisfacciones, y ella represente para sus futuros pacientes una profesional competente y cercana, y su vocación no se vea nunca eclipsada, contribuyendo...