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Mostrando las entradas etiquetadas como Flori

PASADO DE ROSCA. Tamales de chivo. 6.- Flori, por Bernar Freiría

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  —Mujer, Flori, tampoco te pongas así. En realidad, las dos somos víctimas de nuestro matrimonio, si te fijas. A las dos ha sido nuestro marido el que directamente nos ha empujado a perder lo que teníamos. Tú y yo tenemos que estar unidas. Ya me doy cuenta de que a las dos nos han engañado, en eso te doy la razón. —Mira, Chon, yo no quiero sentirme una víctima el resto de mis días. Es cierto que he perdido cosas, pero a cambio he ganado otras. No vivo en la abundancia que vivía y ahora tengo que hacer cuentas y equilibrios para llegar a fin de mes. Sin embargo, ahora soy más libre. No era del todo consciente de que vivía en la mentira, pero una vez que lo descubrí, me siento liberada. Había renunciado a mi profesión, creía que para siempre, y la he recuperado. No soy ninguna eminencia, más bien soy una profesional del montón un poco oxidada por tantos años sin ejercer, pero vivo de un trabajo que me gusta, soy dueña de todo lo que me permite lo que queda de mi sueldo y eso me prod...

PASADO DE ROSCA: Tamales de chivo, 5. Flori

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  —Pues francamente, me parece un poco infantil aferrarte a esa imagen de Jenaro como un marido modélico y dar la espalda a la realidad que te ocultaba. —¿Y qué quieres que haga? ¿Que me atormente pensando que estaba viviendo con un hombre que no se parecía nada a la imagen que yo tenía de él? Ahora soy consciente de que es muy cobarde, y su cobardía lo ha llevado finalmente a huir de su país para no afrontar las consecuencias penales y la vergüenza por todo lo que ha hecho. Imagínate cómo me miran en el bufete. Es más, estoy casi segura de que en su refugio mexicano ni se ha parado a pensar en lo que ha dejado aquí y de que incluso no nos tiene presentes ni a mí ni a su hijo.  Por eso, el día que se despidió de nosotros no pude evitar que me viniera a la mente la frase esa: “hoy es el primer día del resto de mi vida”. —Pues sí, pero en cierto modo tú lo has tenido más fácil, Flori. Él se ha ido y te has hecho cargo de ti y de tu hijo, ya está. Te deducen una parte de lo que c...

PASADO DE ROSCA, Tamales de chivo, 3. Flori, por Bernar Freiría

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—Pues, hija, la verdad es que no me explico cómo eras capaz de no querer enterarte de lo que estaba haciendo tu marido, francamente… —Y sigo sin querer enterarme de todos los detalles, mira tú. ¿Para qué? Bastante tengo yo con ocuparme de mí y del pobre Adrián. ¿Dónde está ahora Jenaro? ¿eh? Condenado a diez años de cárcel y huido a no se sabe muy bien dónde. Y yo, en cambio, estoy aquí, pagando la parte de culpa que me pueda corresponder y atendiendo a nuestro pobre hijo, y aguantando miradas y murmuraciones. A mí me deducen todos los meses el máximo de mi sueldo que por ley pueden embargarme. Eso es todo lo que necesito saber. Tengo que mirar para adelante, por mí y por mi pobre hijo. Siento mucho el daño que os ha hecho, de verdad que lo siento. Pero no está en mis manos deshacerlo. —Hablas como si hubieras estado en el limbo en vez de al lado de Jenaro y disfrutando del tren de vida que llevabais. —Pues mira, Chon, a lo mejor tienes razón y vivía en el limbo por no querer enterarme...

PASADO DE ROSCA. Tamales de chivo, 2. Flori, por Bernar Freiría

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—Ya, claro, y se vivía mejor en un chalé que en un piso, y estrenando ropa todas las semanas… —Pues claro que sí. ¿A quién le amarga un dulce? Ya sabes las ganas que tenía yo de quedarme embarazada y por fin podíamos pagarnos el tratamiento, que fue tan largo y tan caro. Mira, yo nunca fui amiga de fiestas, pero me gustaba invitar a los amigos. Y Jenaro sabía ser generoso. También conmigo. Las joyas que me fue regalando me están sirviendo ahora para no pasar faltas, que ya sabes lo que me queda del sueldo embargado y entre eso, el alquiler y los gastos de Adrián se me va todo. —Por lo menos tienes un buen sueldo, envidia me das. Ya ves mi marido, después de perder su casa, ahí está el pobre, de portero de noche en un hotel y por cuatro perras para pagarse el alquiler. Y gracias que encontró trabajo, que ya con su edad... —Pero yo no tengo la culpa de que tu marido aceptase hipotecar la casa para darle el dinero a su hermano. Yo no se lo pedí. Es más, tú bien sabes que a mí no me dijo n...

PASADO DE ROSCA. Tamales de chivo: 1. Flori, por Bernar Freiría

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—Ya lo sé, ya sé que tú también lo estás pagando muy caro y que lo pasas muy mal, pero tengo que decírtelo, porque ¿cómo no has sido capaz de pararlo a tiempo? No, no me digas que no has podido evitarlo. ¿No ves que se ha ido dejando en la ruina a sus parientes? Eso ha sido imperdonable. No fue suficiente que se haya hundido él solo, tenía que extender, como si fuera una enfermedad contagiosa, la desgracia a toda la familia… —Yo no podía pararlo, Chon. Ni yo sabía nada de sus fechorías, ni él me hubiera permitido tomar cartas en el asunto. Es muy suyo, tú lo sabes, y llevaba las cosas a su manera sin dar cuentas a nadie, y menos a mí. —No me digas que una mujer con estudios como tú, Flori, no se daba cuenta de lo que estaba pasando, porque eso no se lo puede creer nadie… —Pues ya, pero por raro que te pueda parecer, es así. Él no daba explicaciones ni cuando los negocios le iban bien —o parecía que le iban bien, porque ahora yo ya desconfío de todo lo que se relacione con Jenaro—, ni ...