Nada más que aliento, poema de Rumi, comentado por Pilar Garrido

Ni cristiano, ni judío, ni musulmán, ni hindú, ni budista, ni sufí, ni zen. De ninguna religión Ni sistema cultural. No soy del este ni del oeste, ni he surgido del mar ni de la tierra. Ni natural ni etéreo, ni compuesto por ninguno de los elementos. No existo, no soy una entidad de este mundo ni del siguiente. No desciendo de Adán y Eva ni de ninguna historia de los orígenes. Mi lugar no tiene ubicación, un rastro de lo que no lo tiene. Ni cuerpo ni alma. Pertenezco al Amado. He visto que los dos mundos son uno, y a ese uno he ido y lo conozco. Primero, último. Exterior, interior. Sólo ese aliento que respira existencia humana. Existe un camino entre la voz y la presencia por donde fluye la información. Ante el silencio disciplinado, se abre. ante el hablar errático, se cierra. En las confesiones del Libro la palabra tiene un carácter simbólico. Las lenguas son consideradas lenguas simbólicas en cada tradición escrituraria. Así, la relación entre significante y significado no sería ar...