Inteligencia Artificial (cuarta parte), por María Dolores Palazón Botella

El profesor de universidad ha pasado de estar cansado de escuchar la clásica preguntita del mes de julio «ya de vacaciones, ¿no?», a estar hasta los cojones de oírla de boca de «maliciosos, envidiosos y ociosos que no tienen ni puñetera idea de lo que hago y dejo de hacer». Por eso está buscando una respuesta adecuada «proporcionada a la desfachatez de los preguntones» para dejar clara su postura. Piensa en lo correcto de una explicación en plan catedrático para argumentar, cargado de razones, la diferencia entre periodo lectivo, no lectivo y vacaciones, «aunque realmente eso da igual, el trabajo no se interrumpe en ningún momento». Pero eso solo lo sabe él y los suyos. El resto, la sociedad en su amplio conjunto, sigue con la cantinela de llevar con verdadera rigurosidad la cuantificación de sus vacaciones en tres meses exactos al sumar «julio y agosto íntegros, y quince días en navidad y semana santa», afirmación de la que se sirven para juzgarlo como beneficiario de un sistema donde...