EL ARCO DE ODISEO. Umiko, la niña del mar, por Marcos Muelas

Umiko solo contaba con ocho años cuando los soldados imperiales llegaron a su aldea. Sus padres trataron de tranquilizarla. Le dijeron que eran los soldados del emperador enviados para proteger el lugar de los monstruos invasores. Pero a su corta edad percibió el peligro de los visitantes a través de los ojos de su padre. Recordaba bien ese día porque su madre, Yasu, bondadosa y risueña, no volvió a sonreír desde entonces. Okinawa era una isla de pacíficos pescadores y agricultores, ignorantes de la guerra que desarrollaba la nación. Lamentablemente, los contendientes habían decidido declararla punto estratégico para la guerra y los ejércitos lucharían por ella hasta el final. Y así, los soldados nipones se instalaron en la aldea proclamándose sus protectores y exigiendo sumisión. Su padre fue reclutado forzosamente por las fuerzas armadas. Los militares agruparon a todos los hombres de la aldea y los equiparon con afiladas ramas de bambú. Umiko vio marcharse a su padre de la aldea sab...