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Mostrando entradas de abril, 2024

SUMARIO DEL 28 DE ABRIL DE 2024

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  ¡Salud y república de las Letras! Los amigos de Dulcinea os traen buena literatura, con ella podréis sobrellevar la insoportable levedad del ser que se abre ante nosotros cada semana. Santiago Delgado os anima a recordar la figura de don Juan Manuel, Marcos Muelas os enseñará unos movimientos de baile que no olvidaréis; tenéis que vestiros para la ocasión, y eso os lo enseñará Rafel Hortal . Siempre vuelven las golondrinas, aunque sea en Kabul, como hoy muestra Charo Guarino ; con Gabriel Lauret  tendremos nuestro concierto y conoceremos las dificultades y glorias del concertino.  Vuelo bajo la lluvia, Gao Jianfun(1932)

LOS SONIDOS Y EL TIEMPO. El concertino, por Gabriel Lauret

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Si alguna vez han asistido al concierto de una orquesta sinfónica, que espero que sí, habrán observado que a uno de los violinistas, el más próximo al director por la izquierda, se le concede un protagonismo muy superior al resto de los músicos. Sale el último y en solitario al escenario, por lo que el público le aplaude, y hace que la orquesta afine. Cuando el director sale a escena le da la mano sólo a él y todos los músicos le imitan cuando se levanta. Puede que esto les resulte curioso porque en muchas ocasiones se limita a tocar el mismo papel que sus colegas, aunque, unos más y otros menos, gesticule de forma distinta. Este señor, o señora, es el concertino, un espécimen muy peculiar de la especie de los violines, más exactamente, dentro de la subespecie de los violines primeros. Como no todos conocen cuál es su utilidad, voy a intentar explicarlo brevemente. Si observamos las denominaciones que recibe en otras lenguas podremos hacernos una idea de algunos de sus cometidos. En in

PUNTO DE FUGA. Golondrinas, por Charo Guarino

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Uno de los primeros poemas de los que guardo entrañable recuerdo es aquel en el que el poeta posromántico sevillano Gustavo Adolfo Bécquer recrea el retorno recurrente de las golondrinas: ‘Volverán las oscuras golondrinas…’. Visualizo a mi padre recitando la Rima LIII de Bécquer, y puedo percibir la emoción en sus ojos y en su voz. Al escucharlo sentía una punzada de ‘nostalgia por el porvenir’ —como titula uno de sus temas la cantante Elefteria Arvanitaki—, al constatar que no siempre el amor, que nace con vocación de eternidad, alcanza a serlo. Antes de que lo habitara, mi primer piso como casada albergó en una cornisa del balcón un nido de golondrinas, que alguien destrozó, y en muchos de mis infinitos cuadernos de notas aparecían representadas de forma esquemática las que me han parecido siempre las aves por antonomasia con sus vuelos acrobáticos, que tantas anatomías de marineros y no marineros han tatuado, junto a sirenas, cabos, faros, anclas o rosas de los vientos (como es mi c

CRONOPIOS. Encuentro con Camila, por Rafael Hortal

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   —Dime, arráez, ¿eres turco de nación o moro o renegado? A lo cual el mozo respondió, en lengua asimesmo castellana: —Ni soy turco de nación, ni moro, ni renegado. —Pues ¿qué eres? —replicó el virrey. —Mujer cristiana —respondió el mancebo. —¿Mujer y cristiana y en tal traje y en tales pasos? Más es cosa para admirarla que para creerla. Es un diálogo del capítulo LXIII de la Segunda parte del ingenioso caballero don Quijote de la Mancha (1615). No sólo se viste de hombre la valerosa Ana Félix, hija del moro Ricote, sino que su amado, el bello mancebo, don Gaspar Gregorio, anda vestido de mujer y oculto en el serrallo, donde se hace pasar por una de las moras más guapas del harén. Un joven guapo corría mucho peligro, pues es sabido de los gustos de los turcos por la belleza masculina; pero el sufrimiento del joven Gaspar no termina ahí, pues seguro que las concubinas disfrutaban de su hombría día y noche. En la naturaleza existen muchos animales ginandromorfos, con sexo masculino y f

LENGUA Y LITERATURA. La fama y la memoria, por Santiago Delgado.

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Don Juan Manuel, mal llamado el Infante Don Juan Manuel, fue un señor muy chinche en los atribulados tiempos de la Castilla de la primera mitad del siglo XIV, con los sucesores de Alfonso X el Sabio. DJM fue también ilustrado, como su tito Alfonso, pero le sedujo ir de banderías por el reino. Escribía en latín, pero lo dejó por el castellano, para divulgar, según dejó dicho. Y, ya digo, fue más intrigante y belicoso que escritor.  Otrosí, fue muy amante de la fama, que era concepto que se estimaba perteneciente a la posteridad; no al presente de las personas. Está enterrado en el monasterio de San Pablo, en Peñafiel, actual provincia de Valladolid, pueblo con un castillo roquero (no rockero) casi en medio de la meseta. Bien, pues deseoso de posteridad, fue muy avezado en qué cosa fuera la fama entonces, y depositó toda su obra en dicho monasterio. Sobre todo, hizo tal, según dixo, para que el desgaste del tiempo non ficiera estragos en sus escritos. Y, mucho menos, esa peste llamada ju

EL ARCO DE ODISEO. El baile del ahorcado, por Marcos Muelas.

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Cargando una pesada piedra llegó hasta el árbol elegido. Él mismo comprobó la resistencia de la áspera soga de cáñamo que colgaba de una de sus ramas más gruesas. Se subió sobre la piedra y ató la cuerda con un precario nudo alrededor de su cuello. No se detuvo para meditar en sus últimos segundos en la tierra, pues ya estaba todo más que decidido. Judas Iscariote inspiró profundamente y cerró los ojos, después avanzó un paso para caer al vacío. Con el peso de su cuerpo al que se sumaba la carga de sus pecados y la culpa, el efecto de la gravedad hizo el resto. No sabemos si se partió el cuello y murió en el acto, o por el contrario murió asfixiado tras una agónica espera. Lo que sí sabemos es que con este acto se creó un precedente en el que la horca, quedó vinculada durante lo consecutivos siglos a la muerte del traidor. Y no fue una traición cualquiera, por unas monedas de plata había vendido a un amigo, su maestro y para más inri, el hijo de Dios. Si lo pensamos, la horca, ese inst