PUNTO DE FUGA, Roma, ciudad eterna, por Charo Guarino

Cualquier pretexto es válido para volver a visitar Roma, y en esta última y reciente ocasión, hace apenas una semana, bastó una llamada en la que Pedro Cano anunciaba que se marchaba de nuevo a la que ha sido su segunda casa desde su juventud, para inaugurar su última exposición en la sala Dalí del Instituto Cervantes en Piazza Navona. Su cortés invitación a acompañarle encontró eco inmediato, y nada más colgar el teléfono estábamos buscando vuelo y hotel para regresar a Roma por segunda vez este año (José Luis acababa de volver de visitarla con su “cuarteto de Alejandría” hacía solo quince días y yo estuve por última vez en el mes de junio). Por si no fuera suficiente el motivo anterior, se da la circunstancia de que también por estos días —se inauguró el 13 de octubre, en vísperas del centenario de su nacimiento, y podrá visitarse hasta el próximo 4 de febrero—, se exhibe en Le Scuderie del Quirinal la exposición “Favoloso Calvino. Il mondo come opera d’arte: Carpaccio, de Chir...