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Mostrando entradas de marzo, 2023

Sumario del 25 de marzo de 2023

 ¡Salud y República de las Letras! La primavera abre sus puertas también entre los amigos de Dulcinea y aquí estamos con un número más poético  que nunca antes, con Santiago Delgado, Vicente Llamas, Isaac David Cremades y Charo Guarino que nos llevaran a un mundo de nostalgia, memoria, belleza y magia onírica. Rafael Hortal y Gabriel Lauret nos introducen en el mundo de los placeres epicúreos y musicales; Marcos Muelas nos anima a cruzar los umbrales de la fantasía.  Todo lo necesario para dar la bienvenida a la primavera.  Disfrutad de la vida y de la literatura.

In memoriam de la invisible, por Isaac David Cremades Cano

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  En un onírico vaivén, nerviosísima memoria de terremotos la mecía. Volvía sin cesar a considerar ese jadeo depravado, senil lustroso secreto. Lastre ensordecido por más pastillas y de mayor efecto.   En su interior, comenzaron a surgir espejismos, sentía gangrenadas las heridas, aberradas las entrañas, sin embargo, en esencia domada sin vértigo al abismo desbocaba.   Enjaulada con fiera y domador en patética simbiosis castigada, magullada, sentía las garras y el látigo.   Ni imágenes infantilmente estranguladas por su memoria, mutados abusos en destructor triángulo, ni trazos exasperados que rompieron las cadenas, ni parricidas trombos, ni siquiera las endorfinas sintéticas carcomían ya las virutas estriadas del circo de su existencia.   Mientras tanto, avanzaba con agripada depresión, cojeada partida frente al camino de la libertad. Pero, en este periplo, encontró escombros por correo, amarillentos dramas, confinamiento y esperanza, madre y suerte verdosas.   Y ya agotada, resonaba

EL ARCO DE ODISEO. La novena casa, por Marcos Muelas

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¿Y si la prestigiosa universidad de Yale fuera mucho más que una institución para exclusivos estudiantes? ¿Y si el éxito de sus antiguos alumnos siguiera vinculado a su alma mater ?   Galaxy "Alex" Stern es una universitaria que no obtiene buenas calificaciones. No habla varios idiomas y su futuro académico no pinta nada bien. A sus veinte años ni siquiera se ha graduado en secundaria y aun así ha conseguido entrar en la inalcanzable Universidad de Yale, de New Haven.   ¿Cuáles han sido sus méritos para conseguirlo? Galaxy tiene la capacidad de ver a los fantasmas de los muertos y eso es más que suficiente. Pero, vayamos por partes. El don o maldición de Galaxy, o Alex, que es como le gusta que la llamen, la ha perseguido durante toda su vida.   Descubrió los primeros fantasmas siendo tan solo una niña. Asustada, trató de contarlo a los demás, buscando una respuesta o una explicación a su aterradora situación. Pero, sus historias hicieron que los niños la evitaran o se burla

EL VERDE GABÁN. Flores de libro, por Santiago Delgado

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Ocurrió en un sueño. Estaba yo mirando mis libros, es decir los de mi autoría, aquéllos que llevan mi nombre bajo el correspondiente título, cuando oigo una voz a mi costado, femenina, con cierto deje de provecta autoridad: –Estos libros no florecen; ni echan raíces. Desde el primer momento, capto que el mensaje no lleva intención metafórica. Su significado es literal. De una ojeada compruebo que, de ninguno de los libros que estoy mirando –los míos– sale tallo alguno, ni hojas. Mucho menos raicillas por abajo. Por supuesto que, de flores, nada. Tímidamente, amplio la mirada y ya, entrando en el campo de la estantería por entero, apunto que ninguno posee la capacidad aducida por la severa voz, que, por cierto, ha desaparecido, sonora y visualmente. Y me pregunto si es deber de los libros, según no sé qué capacidades de su literatura, florecer como tiestos de pretil de pozo o alféizar de ventana. Igual sucede que todos cuantos libros tengo no alcanzan tal excelencia. Ideo entonces unas

PUNTO DE FUGA. Albricias, por Charo Guarino

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Era el momento mágico en que mi pecho de madre primeriza se convertía de nuevo en el maná que alimentaba el pequeño cuerpecito de Irene, de apenas tres días en el mundo. En la penumbra del dormitorio nuestras miradas se cruzaron y me pareció ver el cielo. Una nube blanquecina cubría por completo su pupila izquierda. El casual hallazgo pasó de la sorpresa a la preocupación, y la nube se volvió gris y pesada ensombreciendo mi ánimo. Se parecía demasiado a la que había visto en los ojos de mis abuelas, aquejadas de cataratas. Pero mi hija era un bebé recién nacido. Manifesté mi inquietud a su padre y a mi madre. También al pediatra en su primera revisión. Mi madre me dijo que perdiera cuidado, que los ojos de los bebés no tienen el color definido. Pero no era el color de su iris. Era su pupila la que presentaba una alteración. Mis temores se confirmaron en la segunda revisión pediátrica. El doctor Pena, que antes no le había dado importancia, se alarmó y dijo que había que descartar que n

CRONOPIOS. El jardín de Epicuro, por Rafael Hortal

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¿Quién era “Yudi Jaitakers”? Ese era el nombre que se escuchó por los altavoces de la cafetería para que la clienta fuese a recoger su pedido. Todos miraron hacia el mostrador ante un apellido que sonaba a actriz extranjera. Ella se levantó pausadamente y recogió su café para llevar, sabiéndose centro de todas las miradas. Al girar el cuerpo, su larga melena pelirroja flotó en el aire como a cámara lenta mientras cruzaba su mirada con el hombre sentado junto a la puerta, sonriéndole al pasar y regalándole su agradable fragancia. Él, absorto, la siguió con la mirada mientras cruzaba la avenida y entraba en un edificio de oficinas. Esa noche no pudo dejar de pensar en ella ¿Qué tenía esa elegante mujer para atraerle de esa manera en sólo unos segundos? En su sueño, ella caminó majestuosamente durante toda la noche con los zapatos de tacón tan rojos como su pelo ardiente. Al día siguiente volvió a la misma hora, confiando en su suerte y esperó impaciente a que se sentara. Se acercó a la m

LOS SONIDOS Y EL TIEMPO. Rubinstein en Cartagena, por Gabriel Lauret

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  Joaquín Soler Serrano fue un locutor de radio, presentador de televisión y periodista murciano que desarrolló una excepcional carrera entre Barcelona, Madrid y Venezuela. A lo largo de una larga carrera llena de éxitos, premios y distinciones, dirigió y presentó uno de los programas más importantes en la historia de la televisión en España, impensable en estos tiempos en los que las cifras y las cuotas de audiencia son el principal criterio de programación. “ A fondo ” (1976-1981) era un espacio de entrevistas, sin una duración determinada (dependía sobre todo del juego que diera el entrevistado) al que acudieron algunas de las figuras más destacadas del momento a nivel nacional e internacional, de ámbitos como las artes, letras, política… Por allí desfilaron Dalí, Borges, Cortázar, Sábato, Alberti, Fellini, Bertolucci o, incluso, la madre Teresa de Calcuta y Richard Nixon, por nombrar sólo unos pocos. Soler Serrano también otorgó varios espacios a la música y de ellos les quiero na

ESCRITOR INVITADO. Emociones, por Juan Ángel Sánchez

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    Pensar en el futuro crea ansiedad. Pensar en el pasado puede sumirte en la tristeza o en la melancolía, así que parece que lo único acertado es vivir el presente inmediato. Quiero hablarte de las emociones. Hay muchas, y todas cumplen una función. Unas más agradables que otras, pero todas son necesarias para sobrevivir. Incluso para no enfermar. La sorpresa es una alteración emocional causada por algo inesperado y hace que reaccionemos rápidamente sobre todo si es negativa o pone en peligro nuestra vida. Tiene cosas en común con el miedo, que es la percepción de un peligro real o imaginario y que puede llegar a bloquearnos. Si el peligro es real, nos ayuda a evitarlo. La ira es la respuesta que a veces tenemos al no poder alcanzar una meta o necesidad y tiene sentido al prepararnos para evitar ofensas. La frustración es lo que sentimos al no alcanzar un objetivo y sirve para reinventarse y conseguir desviarse del camino equivocado para alcanzar lo deseado. La culpa te hace pequeño,

La irrealidad y el deseo, por Vicente llamas

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                          Como nace un deseo sobre torres de espanto                         Luis Cernuda Donde desembocan aullidos y plegarias,   hay un mar de borrosas orillas   por las que reptan las ropas huecas de los ahogados, sudarios vacíos sacudidos por las mareas. Se arrastran, buscando muertes que atrapar, ningún rastro de huída, ningún sórdido oficio de lágrimas   los guía hacia cuerpos que cumplieron su caída,   su desnudez, sin sonido, ocultando su llanto en la constancia de las aguas. Donde desembocan las lluvias y los augurios, hay madres oscuras, llenas sus bocas de tierra en la que sepultar   los nombres de niños abandonados al frío de los desvanes. Sujetas sus manos a leyes de penumbra, enredadas en ausencias, hundidas en horas lívidas, para que la ira no pueda verse en ellas deshaciendo pequeños latidos, ahuyentando la sangre tibia   sin dejarla enraizar en los pechos dormidos. Donde terminan los hombres y comienzan los huesos, sin que nad

MINUETO, La vida en patinete, por José Antonio Molina

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Jovial, alegre y despreocupado, adulto vuelto a la niñez, galopa sonriente un desconocido a lomos de un patinete y por la expresión de su rostro ha vuelto a los tiempos felices del tiovivo. Unos auriculares empotrados en los pabellones auditivos, si bien le impiden ser plenamente consciente del tráfico, le proporcionan la música necesaria para aumentar la ensoñación. En efecto, así es, nada preocupa ni espanta al niño grande que monta su patinete eléctrico que, convenientemente modificado, aumenta su velocidad; se burla en alegres maniobras y hábiles evoluciones del mundo de los adultos, encasquetados en su vida anodina, y que siguen yendo en sus vehículos grandes para niños grandes destinados a quedar atrapados en los atascos, que con periódica regularidad, bloquean las arterias que comunican el sistema sanguíneo de la gran ciudad.   Mirad el rostro seráfico del jinete, verdadero ángel, tocado por la gracia, nuevo Hermes que en lugar de sandalias aladas lleva esa plataforma con ruedec

EL VERDE GABÁN, ¿De dónde son las Columnas de Hércules?, por Santiago Delgado

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Pues lo digo enseguida: de Martos, un precisos villa, al laíco mismo de Jaén capital, y bajo una enorme peña de forma cónica monumental. En la Orden de Calatrava, dueña y señora del terreno luengos siglos, se llamó a esa tierra, “El Partido del Andalucía”, que es como decir, la Andalucía Última, o Primera, según se vea. Bien, pues resulta que Hércules, el mítico Hércules, fue mandado a la lejana Hesperia a desfacer algunos entuertos. Hesperia era nuestra España de hoy. El principal contradiós que remediar era destronar a Gerión, rey tirano de aquellos lares. Servidor ha novelado por extenso ese episodio, pero no es el caso en aquesta prosa. Bien, allá abajo en las Marismas de Guadalquivir, Hércules venció a Gerión. Y luego subió Guadalquivir arriba, hasta llegar a Martos. Allí, según el erudito renacentista local, Villalta, Don Diego, el héroe griego pensó que aquella peña magnífica le serviría para labrar dos columnas y bajar luego, con ellas a cuestas, hasta Gibraltar, donde plantó u