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Mostrando las entradas etiquetadas como lesbianismo

CRONOPIOS. Encuentro con Thérèse, por Rafael Hortal

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  Violette Leduc escribió en 1955 una novela inspirada en su biografía, pero la censura de los capítulos de amor lésbico la obligó a esperar hasta 1966 para ver su obra completa. Thérèse e Isabelle es la historia contada por Thérèse durante su estancia en un internado francés, cuando descubrió su primer amor. La autora hace un alegato al deseo juvenil de una forma sutil, describiendo la pasión con una excelente prosa poética.  —Thérèse, con el paso del tiempo, ¿no cree que su relato es muy inocente? —Yo era inocente con 17 años. Ten en cuenta que estaba en esa edad en la que se alborotan las hormonas. Isabelle era la mejor estudiante, al principio su indiferencia hacia mí me molestaba, era un año mayor que yo. Su seguridad, su forma de recogerse su pelo largo, sus movimientos, me atrajeron. Sentíamos que había una seducción mutua.  —¿Quién dio el primer paso? —En el internado teníamos celdas individuales sin puerta, tan solo cerrábamos con una cortina, que permitía a la ...

CRONOPIOS. Encuentro con Carmilla, por Rafael Hortal

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  En esta ocasión estaba ansioso por el encuentro con una celebridad inmortal, al tiempo que nervioso por si sufría un sortilegio por su poder de seducción, que me arrastraría a su mundo doppelgänger . En la literatura encontramos obras famosas que tratan el tema de la bilocación, pero en la novela “Carmilla” de Sheridan Le Fanu, publicada en 1872, las coincidencias entre personajes y sus sueños nos causan un terror atávico, porque no sirve de nada echar el cerrojo a la puerta para estar a salvo de la maldad.    Pensé en varios lugares para quedar con Carmilla, era arriesgado ir al castillo de Estiria. Al final me decidí por el museo de H.R. Giger, el creador de Alien, en un pequeño pueblo de Suiza. La esperé en la cafetería, sentado en uno de los espectaculares sillones de esqueleto con respaldo muy alto. Llegó con su lenta elegancia al andar. Me fijé en sus carnosos labios y su impoluta dentadura perfecta. —Aquí estoy, y no me arrepiento. Este lugar es asombroso. —...

CRONOPIOS. Encuentro con Zezé, por Rafael Hortal

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  Descubrí a Zezé en la revista Náyades, era sicalíptica mucho antes de que se inventara la palabra, porque encajaba en la definición que surgió a principios del siglo XX para adjetivar a las pícaras cupletistas de Madrid.  Emilia del Cerro, conocida como la bella Zezé, siempre será una joven hermosa, alta, elegantísima, trigueña, con grandes ojos negros. Así la definía su creadora, la cartagenera Ángeles Vicente García cuando escribió la novela de género bildungrosman , en la que Zezé le cuenta su vida a una escritora —sin duda, alter ego de la autora de la novela— durante un viaje en un barco de vapor desde Buenos Aires a Montevideo en 1909.                                                 Me interesaba profundizar en los sentimientos de la bel...

CRONOPIOS. Encuentro deseado, por Rafael Hortal.

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Úrsula corría sobre el techo de un tren en marcha, al pasar por el puente del río Misuri saltó al agua. Los disparos no le alcanzaron. —Impresionante, Úrsula. No tendremos que repetir la escena —le dijo el ayudante de producción mientras llegaba a la orilla. —¡Afortunadamente! Ya no estoy para estas cosas. Creo que ha sido mi última escena arriesgada. Úrsula era doble de cine, también había hecho sus pinitos como actriz de reparto; su cuerpo estándar le dio la oportunidad de doblar a actrices famosas, unas veces en escenas arriesgadas y otras en escenas sexuales, donde la estrella sentía vergüenza o no cobraba lo suficiente para mostrar su sexo. Su representante había firmado el próximo trabajo, se trataba de la nueva versión cinematográfica de la novela Thérèse e Isabelle (1966), una historia de amor entre dos chicas en un internado francés, en la que Úrsula sería la doble de Thérèse. Úrsula había quedado con su amiga Alba, que sería la doble de Isabelle, durante la fiesta de la Gala ...