CRONOPIOS. Encuentro con Lolita, por Rafael Hortal

Durante un tiempo pensé que sería una osadía quedar con Lolita, pero cuando indagué en su personaje comprendí que una jovencita nunca tiene el dominio sobre una persona mayor. Siempre me gustó el refrán: “Más sabe el diablo por viejo que por diablo”. Confié en mi experiencia y conocimiento para desentrañar las fuerzas de poder sexual que planteó Vladimir Nabokov en 1955. Quedé con Lolita en un chiringuito de playa. El calor derretía el cucurucho de helado que se apresuraba a lamer para que no goteara. Me miró por encima de las gafas de sol y me dijo: —¿Tú también me ves provocativa? —Yo, yo… —Sólo tengo 12 años, soy una niña, simplemente juego y descubro la vida. —Pero la RAE define “Lolita” como adolescente, seductora y provocativa. —La RAE, Kubrick y Adrian Lyne se equivocan. Las películas eran más taquilleras con actrices sugerentes desarrollando el mito de la femme fatale , pero Nabokok no escribió eso. Mi padrastro era un pederasta y punto. Le gustaban las niñas sin pecho, co...