LOGOSFERA: Corriente invertida (Segunda parte), por Isaac David Cremades Cano

Sin duda, ese fenómeno meteorológico acrecentó la onda expansiva de los explosivos colocados, de forma sistemática en todos los puentes, por las tropas alemanas días antes de su huida. De repente, el silbido de las ráfagas de vientos del sur se vio bruscamente interrumpido por un golpe seco, profundo y grave, que hizo temblar todo. Se trataba de la nota de apertura contenida en la metódica sinfonía, compuesta días antes y orquestada en un único cobarde acto por el vencido en retirada. Era ahora, tras un breve silencio, sin apenas poder reaccionar, el turno del puente Pasteur que saltaba por los aires y, ya alejados lo máximo de las ventanas, protegidos en el vientre de nuestro apartamento, todo tembló de nuevo. Más vigor al estallar los explosivos bajo el siguiente puente, el de Gallieni, que todavía nos mantenían paralizados, pero ya por poco tiempo, pues sentíamos cómo la adrenalina empezaba a extenderse por nuestros cuerpos y pensamientos. Pero enseguida, sin cesar completamen...