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Mostrando entradas de noviembre, 2023

SUMARIO DEL 26 DE NOVIEMBRE DE 2023

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  ¡Salud y República de las Letras! En esta mañana bella y limpia de domingo os invitamos a recorrer con nosotros el camino de la semana que empieza con buena literatura. Santiago Delgado os llevará por las juventudes de su Quijotillo y Bernar Freiría nos da todavía mayor familiaridad con sus Tamales de chivo. Rafael Hortal hará que nunca os arrepintáis de haber conocido a Pauline, mientras que Marcos Muelas narrará una de las más bellas historias de amor y fidelidad que haya conocido el ser humano. Charo Guarino defiende el mundo clásico y vela por la memoria del gran escritor Italo Calvino. Y vosotros, espíritus sensibles que amáis la música, podéis encender con Gabriel Lauret una vela en recuerdo de santa Cecilia.  Disfrutad de la vida y de la literatura. Naturaleza muerta con instrumentos musicales, por Pieter Claesz (1623)

MINUETO, Las últimas horas de un artista, por José Antonio Molina

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  Yo, Francesco de Bolonia, llamado a causa del nombre de mi maestro también Francesco Francia, el mayor artista bajo el gobierno de los Bentivoglio, los frescos de cuyo palacio salieron de mis manos, celebrado grabador de esta ciudad, me encuentro próximo a rendir cuentas a mi Creador. Apenas sin fuerzas para dictar estas palabras, me aferro a la belleza que he creado en vida, pienso en mi hijo, noble, bello de perfectas maneras; pienso en mis obras tan modestas como queridas que me sobrevivirán y guardarán mi nombre durante el tiempo que Dios quiera para que ilustren sus propósitos de salvación para la humanidad. Mis manos iluminaron el bautismo de Cristo y mis pinceles acariciaron la forma de Jesús Niño mientras su divina Madre le adoraba rodeada de rosas silvestres. Me consuelo levemente mientras el dolor parte mi alma en dos mitades y me conduce inevitablemente a la muerte. Regocijado en el arte que siempre cultivé, admiré los modelos de los grandes artistas, amé la expresión en p

EL VERDE GABÁN. Las mocedades de don Quijote (El Quijotillo), entrega 13.

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De la historia del arriero De la soledad de un arriero, amigo Sancho, te puedes hacer una idea basándote en el hecho de que, siendo yo asaz niño, como te he dicho, este hombre, arriero casi toda su vida, me contó su existencia casi enteramente. Y lo digo, porque todos entendemos que hablamos en tanto que quien nos escucha, nos atiende y oye. En eso consiste hablar entre humanos: hablar y responder, e hilar así la cadena de la conversación. Pero, en aquel caso, solo hablaba él, tanto por la boca como por su trasero, que tronaba como pólvora por Corpus Christi cuando su poco santo culo quería . Sé muy cierto que yo aún no sabía contar los números, que, si no, te diría que sus saludables cuescos sonaron incontables veces. Y, desde luego, lo fueron para mí. Ignaro aún de toda aritmética.   Pues contóme este Jusepe Requena, que la suya era familia de segadores y vendimiadores, que salían en verano a segar cereal por La Mancha, y a vendimiar en su comarca natal en los amenes estivales. Lueg

CRONOPIOS. Encuentro con Pauline, por Rafael Hortal

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Me encantó la idea de reunirme con mi personaje, pero Pauline era más que eso, se extralimitó en su papel, me arrastró con su personalidad arrolladora. Cuando pensé el argumento de “Armónicos, días de vino y sexo” ella no era el personaje principal, sino Félix, el enólogo, un voyeur empedernido; la novela podría haberse llamado “Las tribulaciones de un voyeur”. Pauline apareció rompiendo los esquemas, ampliando el guion; era muy inteligente, una agente secreta dispuesta a utilizar todas las artes para conseguir su objetivo, sobre todo con su sensualidad; era una maestra del exhibicionismo. Quedé con ella en la goleta El Cid, que estaba fondeada en el puerto de Cap d´Agde. Cuando llegué al pantalán estaba en cubierta, hablando con su agradable acento francés con Chema Alcaraz, el capitán; se conocieron en una travesía desde Ibiza a Cartagena. —Hola, buenos días —les dije mientras subía a bordo. —Buenos días Rafa —Chema me dio la mano. —¡Venga, vamos, es un bonito día para navegar! —dijo

LOS SONIDOS Y EL TIEMPO. Santa Cecilia, por Gabriel Lauret.

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Hace unos pocos días, músicos de todo el mundo celebramos la festividad de nuestra patrona, Santa Cecilia, tan querida como controvertida, ya que hay muchas sombras sobre la figura histórica que se esconde detrás de un relato que mezcla realidad y leyenda, sombras que incluso ponen en duda la relación que pudo tener con la música.   No tenemos datos fiables que nos permitan situar con certeza la vida y martirio de Cecilia, aunque todo apunta a que pudo tener lugar entre los siglos II y III. Casi toda la información proviene de unas actas aparecidas hacia el año 480, entre dos y tres siglos más tarde, no existiendo anteriormente ninguna referencia a ella entre los santos de la iglesia. Sin embargo, la redacción de la historia, muy bien elaborada, hace suponer que recoja alguna tradición oral anterior transformada en romance piadoso, como otros relatos similares de los siglos V y VI.   Cecilia habría sido una joven romana de familia senatorial, convertida al cristianismo desde su infanci

PASADO DE ROSCA. Tamales de chivo, 2. Flori, por Bernar Freiría

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—Ya, claro, y se vivía mejor en un chalé que en un piso, y estrenando ropa todas las semanas… —Pues claro que sí. ¿A quién le amarga un dulce? Ya sabes las ganas que tenía yo de quedarme embarazada y por fin podíamos pagarnos el tratamiento, que fue tan largo y tan caro. Mira, yo nunca fui amiga de fiestas, pero me gustaba invitar a los amigos. Y Jenaro sabía ser generoso. También conmigo. Las joyas que me fue regalando me están sirviendo ahora para no pasar faltas, que ya sabes lo que me queda del sueldo embargado y entre eso, el alquiler y los gastos de Adrián se me va todo. —Por lo menos tienes un buen sueldo, envidia me das. Ya ves mi marido, después de perder su casa, ahí está el pobre, de portero de noche en un hotel y por cuatro perras para pagarse el alquiler. Y gracias que encontró trabajo, que ya con su edad... —Pero yo no tengo la culpa de que tu marido aceptase hipotecar la casa para darle el dinero a su hermano. Yo no se lo pedí. Es más, tú bien sabes que a mí no me dijo n

EL ARCO DE ODISEO, Hachiko. Japón, por Marcos Muelas

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Dicen que a quien madruga Dios le ayuda. Y parece que el refrán es cierto, al menos si quieres llegar el primero, o en nuestro caso, disfrutar de lugares especialmente turísticos evitando las abrumadoras masas.  En esta ocasión, acudimos al cruce de Shibuya, ya sabéis, los famosos pasos de cebra por los que se asegura cruzan dos millones de personas al día. Y como la experiencia estaba de nuestro lado, pues no era nuestra primera visita al país nipón, decidimos acudir en esta ocasión a las seis de la mañana. Nuestro madrugón tuvo su recompensa, quizá sea verdad lo del refrán. El cruce, a esas horas, estaba tan vacío como cualquier película post apocalíptica que se precie. Incluso nos topamos con algunos “zombies” incapaces de reconocer que la noche había tocado su fin y los locales de marcha estaban ya cerrados. Estos seres encantadores (y algo achispados) muy amablemente se prestaron a hacernos las fotos que tanto ansiábamos. Fuera de lo esperado, las imágenes captadas resultaron inme

PUNTO DE FUGA, Roma, ciudad eterna, por Charo Guarino

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  Cualquier pretexto es válido para volver a visitar Roma, y en esta última y reciente ocasión, hace apenas una semana, bastó una llamada en la que Pedro Cano anunciaba que se marchaba de nuevo a la que ha sido su segunda casa desde su juventud, para inaugurar su última exposición en la sala Dalí del Instituto Cervantes en Piazza Navona. Su cortés invitación a acompañarle encontró eco inmediato, y nada más colgar el teléfono estábamos buscando vuelo y hotel para regresar a Roma por segunda vez este año (José Luis acababa de volver de visitarla con su “cuarteto de Alejandría” hacía solo quince días y yo estuve por última vez en el mes de junio). Por si no fuera suficiente el motivo anterior, se da la circunstancia de que también por estos días —se inauguró el 13 de octubre, en vísperas del centenario de su nacimiento, y podrá visitarse hasta el próximo 4 de febrero—, se exhibe en Le Scuderie del Quirinal la exposición “Favoloso Calvino. Il mondo come opera d’arte: Carpaccio, de Chirico,

SUMARIO DEL 19 DE NOVIEMBRE DE 2023

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  ¡Salud y República de las Letras! Hoy domingo, día sagrado, debemos honrar la literatura y a aquellos que la aman. Aquí os traemos una buena provisión de textos para vuestro disfrute dominical, y aún para toda la semana. Textos que vienen cargados de belleza, nostalgia y recuerdos. Con Marcos Muelas hacemos una visita relámpago a las Ardenas en el peor momento de su milenaria historia. Os proponemos una evocadora estancia madrileña con Gedi Máiquez. Y si Proust evocó maravillas con la célebre magdalena y la taza de té, no le va a la zaga nuestro Isaac David Cremades y el recuerdo antiquísimo de la degustación primera de una Coca-Cola. Los Tamales de chivo vuelven con Bernar Freiría, así como el juvenil Quijotillo de la mano de Santiago Delgado. Que no acabe de llegar el invierno quizá se lo debamos a Rafel Hortal,  que continuará subiebndo las temperaturas con su eminente erotismo literario. Disfrutad de la vida y de la literatura. Albert Altdorfer, Paisaje danunbiano

EL VERDE GABÁN. Mocedades de don Quijote (el Quijotillo), entrega duodécima, por Santiago Delgado

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–Así que te llamas Alonso, ¿eh, chiquet? Estaba muy claro que lo de chiquet iba por mí. Lo miré, pero no le contesté, puesto que él no me había mirado, ni antes, ni después de sus palabras. Transcurrió un silencio, no sé si breve o largo, pues en el camino del arriero no se percibe el paso del tiempo salvo en las despedidas y en las llegadas. Al cabo de ese tiempo que digo, el arriero José de Requena soltó un sonoro cuesco, rotundo como un trueno de tormenta cercana, sin aviso de relámpago previo. La olor, o mejor dicho, el hedor, llegó a mis tiernas narices, y a punto estuve de vomitar todo cuando había engullido desde la primera teta de mi madre. Lo percibió el arriero. Se levantó. Me izó en volandas, y me puso en el sitio que él usaba, y él se sentó en el mío.  –Has de saber, muchacho, que yo, mis pedos van siempre por ese lado, ya que es de ese lado, el derecho mío, por donde se me levanta el culo cuando me peo. Yendo tú en este lado izquierdo, no sufrirás mis alivios culer