EL ARCO DE ODISEO. El otro juicio, por Marcos Muelas

“Había llegado el acontecimiento que Peleo tanto ansiaba. Ese día, en presencia de hombres y dioses, tomaría como esposa a Tetis, la hermosa nereida. Tiempo atrás, las invitaciones para el enlace fueron enviadas. Quizás por descuido, quizás con conocimiento, Eris, la diosa de la discordia, no fue invitada a tal evento. Pero eso no impediría que la despechada diosa hiciera acto de presencia. Tal como es ahora, era costumbre ofrecer un presente a los novios. Es por ello que la diosa no llegó con las manos vacías. Una manzana de oro, traída nada menos que desde el jardín de las Hespérides, fue su regalo elegido. El fruto brillaba con un fulgor cegador. Aun así, tal era su atracción, que no hubo mirada que pudiera eludirla. Convertida la fruta en la protagonista principal, una mano curiosa se atrevió a tomarla para apreciar su delicadeza. La manzana era magnífica, una idílica representación del fruto, fabricado en oro, suave al tacto e insospechadamente ligera." Pertenece a la más bel...