Para Diana, por Miguel Cegarra.


Me dijo Mario en diciembre que estuviésemos tranquilos por pares se turnan para cuidarla mientras aprovechan el no espacio dialógico que ella ha creado para intentar ponerse en el otro lugar o cuanto menos dialogar son muchas y se hacen eternas las horas entre latidos electrónicos de la fría habitación sus constantes se empeñan en ser prometedoras como ella tenaz e inagotable Jasón mira a Medea le aturde el sonido de las gotas que se deslizan por el tubo hasta llegar a la vía que imprime vida Clitemnestra seca las lágrimas secas de Egisto Agamenón empaña de vaho el ojo de buey desde el otro lado de la puerta no se siente capaz Lucía le mira implorando que cruce el límite Fedra sola contempla las fotografías del móvil que ella dejó aparcado en la mesa del tribunal Penélope impaciente picotea con sus dedos el metal de la fría cama de hospital Ulises mantiene fija la mirada en el ausente horizonte Casandra habla habla habla habla sin parar Paris mira sonriente con una mano aparta las piedras del pasillo con la otra marca la salida con la cera de la vela que mantiene encendida ella respira tranquila sosegada el latido mecánico de las máquinas las gotas rumbo a la vía y el sabor metálico de la ambrosía medical entonan una eterna polifonía que le recuerda que sí vale la pena seguir que continuar no es una opción es una realidad tictacglubglubplumplumtictacglubglubplumplumtitacglubglubplumplumtictacglubglubplumplum un giro otro giro otro giro otro giro sol luna sol luna sol luna sol luna sol luna sol a las seis en punto Eva irrumpe en la habitación trayendo de su mano a Hipólito a  Orestes y a los dos pequeños la sala se ilumina Mario derrapa con su silla  consigue controlar el joystick con su mano izquierda quedando a escasos milímetros de estamparse contra la cama ella abre los ojos y ríe silencio todos se miran ella le observa desde sus azulados balcones todos siguen mirando ella calla ellos ríen todos ríen todos ríen todos ríen Eva levanta a Mario de su silla y lo alza sobre la cama Mario se acurruca a su lado ella le besa el le devuelve el beso ella mira al horizonte ellos le acompañan en el camino.

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