LAS ANTOLOGÍAS DE DULCINEA: Charles Baudelaire y la música

 




LA MÚSICA*

(LXIX)

¡ A menudo la música como un mar me subyuga!

A mi blanca estrella,

bajo un techo de bruma, o por un vasto éter

mis velas despliego;


el pecho hacia adelante y henchidos los pulmones

igual que la tela,

escalo por el dorso de amontonadas olas

que oculta la noche;


yo me siento vibrar con todas las pasiones 

de un bajel que sufre;

la tormenta con sus convulsiones, la brisa

en la sima inmensa

me mecen. Otras veces, calma chicha, alto espejo

de mi desespero






* Las flores del mal, edición bilingüe de Alain Verjat y Luis Martínez de Merlo, traducción de Luis Martínez de Merlo, Madrid ed. Cátedra, Mil Letras, 2008, página 287.


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