EL ARCO DE ODISEO. Recensión de La sombra de los dioses, libro de John Gwyne, por Marcos Muelas
“Ha pasado un siglo desde que los dioses lucharon y se extinguieron. Ahora solo quedan sus huesos, que prometen un gran poder a aquellos lo suficientemente valientes para buscarlos”.
Los dioses del norte han muerto, matándose entre ellos en una última batalla épica. Durante su lucha desataron todo su poder, sin preocuparse por las consecuencias, y con ello casi destruyen el mundo. Ahora la huella de su batalla es un recordatorio en algunos lugares del mundo. Cuando la gran serpiente Snaka fue asesinada, cayó destruyendo el mundo haciendo que sus vertebras formaran cordilleras que emergen del mar y sobre su colosal calavera se erige una ciudad. Cuando la humanidad surgió de las cenizas juró acabar con los dioses que aún quedaban, así como sus descendientes, que ahora viven mezclados entre los humanos por el daño ocasionado.
Nadie echa de menos a las divinidades caídas, pero sus huesos se han convertido en codiciados tesoros. Estos dan poder a los valientes que consiguen hacerse con ellos o son usados para ahuyentar a los demonios que aún viven entre ellos.
Pero la estirpe de los dioses aún está presente. En los últimos años han surgido humanos con sangre de los dioses caídos. A estos los llaman despectivamente “corrompidos”. Su linaje se considera una maldición y por ello son perseguidos y odiados. Algunos humanos los persiguen para acabar con ellos por temor o rencor por lo que hicieron sus ancestros. Otros más codiciosos los utilizan como armas o se benefician de sus dones para obtener poder. Conoceremos las leyendas de Ulfrir, el dios lobo, Orna Berser, Rotta, Lik-Rifa, la diosa dragón y por supuesto Snaka, la serpiente gigante cuya muerte casi acaba con la humanidad.
Tras su resurgimiento los humanos encontraron la cadena que retenía a Ulfrir, el desaparecido dios Lobo, y usaron su metal para someter a los corrompidos. Estos acabaron convertidos en tralls, esclavos utilizados como guardaespaldas de los nobles norteños.
La historia se desarrolla alrededor de tres personajes que se alternan sin aparentemente cruzarse entre ellos.
Elvar, una guerrera que se une a Agnar y los Terrores de la Batalla, cazadores reconocidos de corrompidos. Unidos por un juramento de sangre el Blód Svarid se convierten en hermanos de armas que viajan en el Jarl de las olas, un veloz barco. Elvar da la espalda a su padre un poderoso noble y su reino para buscar su propio destino y fortuna.
Orka es una mujer que vivía con su familia a las afueras de una aldea hasta que su hijo es raptado para fines siniestros. Para encontrarlo retomará su antigua vida dejando un rastro de sangre tras de sí. Poco a poco irá desvelando un pasado lleno de violencia y antiguos secretos.
Por último, encontramos a Varg, un esclavo liberado cuyo destino le llevará a unirse forzosamente a los Hermanos de sangre, un grupo de guerreros mercenarios muy peculiares. Varg tiene un propósito, descubrir a los asesinos de su hermana y vengarla. Pronto descubriremos que Varg es mucho más de lo que aparenta.
Sus caminos acabaran cruzándose en Oskutred: El gran árbol de fresno, el corazón del reino de los dioses muertos donde lucharon y cayeron.
En esta novela descubrimos numerosas similitudes con las leyendas nórdicas que ya conocemos donde el Ragnarök ya ha sucedido. Vemos claras referencias a Jörmundgander, la serpiente de Midgard en Snake. También al lobo Fenrir, que aquí es llamado Ulfrir. El Oskutred es el mismo árbol de fresno que conocemos como el Yggdrasil cuyas raíces albergan misterios y criaturas divinas. Todo ello narrado de una forma original y elegante.
John Gwynne, creador de esta obra, es autor de otras novelas de fantasía épica. Profesor de universidad y músico, pertenece a una asociación que lleva a cabo recreaciones de los ritos y costumbres de la civilización vikinga. Y es en esto último en lo que se percibe su influencia en esta obra, ya que el mundo fantástico que ha creado se asemeja bastante al de los mitos nórdicos.
Con esta obra inicia una trilogía Hermanos de Sangre que promete entretenimiento y aventuras sin fin. Una obra imprescindible para los amantes del género.
Súper interesante!! Con esta crítica descriptiva, concisa y elegante, me he visto con casi la necesidad de leer y disfrutar de las obras referidas. Siempre me ha parecido apasionante la mitología nórdica, desde que leí con 15 años "Devoradores de cadáveres" de Crichton y solo me llevo hacerlo un día.. . Gracias de nuevo Marcos, inspirador.
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