EL VERDE GABÁN. Las mocedades de don Quijote (El Quijotillo), entrega 22.



Pero, antes de pasar, amigo Sancho, hijo, al pormenor de mi hermanilla, no quiero dar al olvido a Santiago, el niño gitano que me dio a catar, no importa si poco, el veneno de la libertad. La libertad es uno de los más preciados dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre, Santiago, llamado así, con poca duda, por haber sido bautizado en casa de algún Caballero de esa Orden, andaba con sus dedos de los pies a la intemperie. Y sabía tirar piedras. Y socorría al débil. Yo fui su débil socorrido aquella tarde. Y, además, vivía, con el resto de su gente –clan y familia– ambulante por el campo hasta encontrar destino, siempre fugaz, efímero, volátil, transitorio… Eso hacemos los Caballeros Andantes: cabalgamos de un lugar a otro, para topar injusticias y paliarlas o vencerlas. Los Caballeros Andantes somos gitanos de alcurnia; aunque ellos se creen todos descendientes de lejanos reyes y faraones, que tuvieron patria y solar en el antiguo Egipto y más allá, hacia el oriente ignoto. 

Santiago no quiso ponerse a las órdenes del cura de Villanueva, para ahuyentar gente molesta a sus designios. Primó su lealtad a la propia dignidad, que era la del pueblo gitano entero. Aunque Santiago no tuviera novela de caballerías, bien que la merecía, a pesar de su condición plebeya y foránea. Conmigo actuó de inmediato; sin más afán que el de socorrer al débil, Y ¿qué otra cosa es la esencia del Caballero Andante? No preguntar el suceso, y dar ayuda al débil, que en aquel caso era yo. 

Cuando llegó el silencio dentro del coche alquilado por mi madre, lamenté que, de no mediar milagro, jamás volvería a encontrarme con Santiago. Eso me dolió mucho, pero acostumbrado a no dar señal por fuera de lo que me dolía por dentro, callé, y apretando los dientes, me despedí de mi amigo. Acaso el único que tuve en mi mocedad.


Comentarios

  1. Me ha encantado este capítulo, especialmente eso de que los caballeros andantes son gitanos de alcurnia.

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