EL ARCO DE ODISEO, H. G. Wells, por Marcos Muelas

 


Herbert George Wells fue sin duda el padre de la ciencia ficción, y que me perdone Julio Verne si estoy exagerando. Hoy voy a intentar demostrar que la imaginación visionaria de Wells estableció las bases de la literatura de ciencia ficción que hoy conocemos.  

Autor de grandes obras que han sido adaptadas al cine en numerosas ocasiones. Sus historias más notables, con más de cien años de antigüedad, bien podrían pasar por actuales.

Con La Guerra de los mundos, Wells nos adentró por primera vez en una amenaza desconocida hasta la fecha, una invasión extraterrestre. Los marcianos, pues esa es la procedencia de los invasores, llegaban a Inglaterra en sus naves espaciales.  Con su ingenio, desplegaban avanzadas máquinas de guerra que arrasaban a las fuerzas británicas sin mucha dificultad. Como doctor en biología que era, argumentó con solidez y credibilidad la fisionomía de estos invasores. Tengamos en cuenta que la obra la escribió en 1898, cuando ni siquiera los hermanos Wright habían realizado su primer vuelo. ¿Cómo era posible que un hombre de esta época hablara de viajes interplanetarios? Cualquiera que haya leído la novela y visto la película de 2005 verá que la base de la historia apenas sufre cambios aun habiendo pasado más de un siglo entre ambos. Esto ya sería suficiente motivo para ver su genialidad.

Cuarenta años después de su publicación, el norteamericano Orson Welles la adaptó para convertirla en un serial radiofónico. La historia se emitió a modo de falso informativo y aunque se avisó previamente que era algo ficticio, la población entró en pánico. Los habitantes de Nueva York y Nueva Jersey creyeron durante unos instantes que estaban siendo invadidos por extraterrestres.

Tal fue el alcance de la historia que la radio y el propio Welles tuvieron que pedir disculpas por los percances ocasionados.

Orson Welles, que no tiene ningún parentesco con el propio Wells, tenía tan sólo 23 años cuando realizó esta hilarante broma que lo lanzó a la fama.

Pasemos ahora a la Isla del doctor Moreau. En su novela, el célebre doctor practica aterradoras vivisecciones con intención de convertir a unas bestias en individuos humanos. En esta obra de 1896 habla con total familiaridad de cirugías de reconstrucción anatómica e incluso de trasplantes de tejidos entre diferentes especies. Recordemos que el primer trasplante realizado entre dos especies diferentes, de porcino a humano, no ocurrió hasta años más tarde.

Esta obra, además, toca temas más profundos que la ciencia ficción o el terror. Dota al doctor Moreau del poder de un dios caprichoso que crea y quita vida a su antojo marcando unos ritmos darwinianos.

“Suya es la mano que hiere; Suya es la mano que sana”, aseguraban sus horripilantes creaciones. Además, la novela posee un trasfondo filosófico que nos hace pensar si sus creaciones se revelan a su creador por su origen animal o su impuesta condición humana. 

En su novela El hombre invisible, Wells, vuelve a utilizar argumentos científicos adelantados a su época para explicar el origen de su atípico protagonista.

En sus obras nos presenta armas nucleares, viajes espaciales e incluso en La isla del doctor Moreau habla acerca de cirugías adelantadas a su tiempo. Eso sin olvidar su inolvidable novela La máquina del tiempo. ¿Tendría acaso el bueno de Wells una máquina de estas características a su disposición para ver el futuro?

 Las descripciones que hizo hace cien años tanto de los extraterrestres como de las grotescas creaciones del doctor Moreau, son definitivamente impropias de su época. Todo nos indica que fue un pionero de su género. Se le describe como un genio de la ciencia ficción, pero imagino que en su época sería más fácil incluirlo dentro del género de terror. También encontramos paralelismo entre los protagonistas de sus obras, que se enfrentan a la angustia de los sucesos. Generalmente se trata de caballeros ingleses con elevada formación y cultura que tendrán que tomar decisiones amorales con la justificación del medio hostil al que se enfrentan. 

En el cine, hemos visto adaptaciones de sus obras como La guerra de los mundos, con Tom Cruise o La isla del doctor Moreau, con Marlon Brando protagonizando al infame doctor. También se han recreado sus ideas de La máquina del Tiempo o El hombre invisible en numerosas ocasiones para diferentes series o películas.

El legado de Wells perdurará entre nosotros para siempre. Recordad, el futuro ya está escrito.





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