LOS SONIDOS Y EL TIEMPO. Mensajes ocultos en la Chacona de Bach


Les voy a contar un chiste de músicos:


“Un periodista le pregunta a Juan Sebastian Bach: Maestro, ¿Y usted en qué pensaba cuando componía su Chacona para violín?

A lo que Bach responde: Mire usted, yo tengo 20 hijos y no dispongo de tiempo para pensar.”


Van a disculpar el nivel lamentable del chiste, pero espero que le encuentren justificación si acaban de leer este texto.


Johann Sebastian Bach, para algunos el músico más importante de la historia, nació en Eisenach en 1685. A lo largo de su vida desempeñó distintos puestos en varias poblaciones alemanas, hasta que fijó su residencia en Leipzig, donde fue Thomaskantor y director musical de las principales iglesias de la ciudad desde 1723. En esta ciudad fallecería en 1750, cuando se consideraba que su música ya estaba pasada de moda y eran sus hijos los compositores realmente reconocidos en ese momento.



 Bach, por Elías Haussmann (1776)

En los libros de historia de la música se suele explicar que la mayor parte de la producción de Bach es religiosa, a excepción de la que compuso durante el periodo en el que estuvo trabajando en Köthen, entre 1716 y 1723, exclusivamente profana, ya que esta corte era calvinista y al duque no le gustaba acompañar la liturgia con música. Allí murió inesperadamente su primera mujer, Maria Barbara, madre de los compositores Wilhelm Friedeman y Carl Philipp Emanuel, y también allí conoció y se casó con Anna Magdalena. De esta época son gran parte de sus obras instrumentales como los Conciertos de Brandeburgo, las  Suites para violonchelo solo, o las Sonatas y Partitas para violín solo, de una de las cuales les hablaré a continuación.


Bach escribió la Partita nº 2 en la tonalidad de re menor, que en esa época tenía una connotación de búsqueda de la paz del espíritu, de devoción religiosa y de tranquilidad. Esta partita es una serie de danzas según el modelo italiano de cuatro movimientos al que Bach añade una monumental chacona. La chacona (ciaccona) es una forma compositiva muy utilizada en el barroco que consiste en una progresión armónica que se repite varias veces con diferentes variaciones. La de Bach, la más famosa y majestuosa de todas, ha sido adaptada innumerables veces por músicos de la talla de Brahms, Schumann o Busoni, casi para cualquier tipo de instrumento o conjunto instrumental que se pueda imaginar.


Desde siempre se ha conocido el uso de las matemáticas y de la simbología en su música. La musicóloga alemana Helga Thoene realizó distintos estudios hace ya unos años sobre las Sonatas y Partitas, y sobre ésta en particular, que modificaron radicalmente la visión que se tenía del periodo compositivo de Köthen.


Por una parte,  constató el uso por parte de Bach de la Gematría, método de interpretación de nombres, palabras y frases basada en la asignación de un valor numérico a cada letra del alfabeto (A=1, B=2,…) de forma que Bach estaría representado por  el número 14 y Johann Sebastian Bach por el 158. Además, encontró referencias en los compases iniciales al número 81, que se correspondería con el nombre de Maria Barbara, su primera esposa, y a 1720, siguiendo el mismo procedimiento. Hay que explicar, para quien lo desconozca, que los nombres de las notas en la nomenclatura anglosajona se corresponden con las letras, desde la A (la) hasta la H (Si natural), por lo que la combinación de si bemol, la, do y si natural equivale a B.A.C.H. y se convierte en su firma sonora, que aparece en varias de sus obras.


Pero el descubrimiento que resultó realmente sorprendente fue que la doctora Thoene consiguió encontrar, ocultos dentro de la chacona, once corales luteranos. En la parte escrita en modo menor, asociada a lo humano, relacionados con la muerte de Cristo, y en la parte mayor, asociada a lo divino, sobre su resurrección.


Si esta hipótesis fuera cierta, y los datos nos hacen creer que sí lo es, la conversación de Bach con el periodista en la historia del comienzo hubiera sido bien distinta. Bach habría narrado que en mayo de 1720 tuvo que ir a Carlsbad acompañando al Duque Leopoldo y que cuando regresó en el mes de julio se encontró con la noticia terrible y totalmente inesperada de que su amada mujer había fallecido y estaba ya enterrada. No sabiendo como expresar todo el dolor y la pena que guardaba en su corazón, y queriendo lograr un tránsito para ella lo más leve posible hacia la vida eterna, decidió que su nombre se convirtiera en música, acompañada por los corales que cantan la muerte y resurrección de Nuestro Señor.


De esta forma, Juan Sebastián Bach consiguió que, quienes hemos tocado o escuchado la Chacona de Bach a lo largo de los siglos, hayamos contribuido, de alguna manera, a la salvación del alma de su amada esposa Maria Barbara.





Anagrama de J. S. Bach en cuatro claves y dos pentagramas cruzados



Para escuchar más: 


Ciaccona para violín solo y cuatro voces a partir del análisis de Helga Thoene (ENLACE)


Christoph Poppen - violín barroco

The HILLIARD ENSEMBLE:

David James - contratenor

Gordon Jones - baritono

Monika Mauch - soprano

John Potter - tenor





Comentarios

  1. Fantástico y didáctico. Muy interesante. Pone de manifiesto la simplicidad con la que siempre, desde la crítica, se ha visto a los creadores musicales. La respuesta de Bach es genial bajando al nivel infantil de la pregunta. Muy actual al paradigma musical de hoy donde, no saber música, no tener estudios de música y no saber, en propias carnes, lo sacrificado que es mantener un nivel técnico aceptable, excluye a los músicos del derecho a serlo. Recordando a Copland, oímos sin poder evitarlo, sentimos como parte de nuestra condición humana pero solo escuchan unos pocos. En fin, hacen falta más voces, como esta columna, que pongan en valor siglos de conquistas musicales y que la simpleza actual convierte en banales. Gracias Lauret.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El chiste hacia referencia a las corrientes musicales y artísticas posteriores a la segunda guerra mundial, más preocupadas del concepto estético que del contenido musical. Por supuesto, otras interpretaciones también son aceptables como la suya. Lo contaban a menudo mi padre y mi tío Benito, director de orquesta, violinista y compositor de un nivel absolutamente sobresaliente. Lo he utilizado en este artículo para mostrar que, en ocasiones, sí que es posible que haya un pensamiento por encima del fenómeno musical en autores sobre los que no nos lo planteamos. Un saludo y gracias por su comentario.

      Eliminar
  2. Gran trabajo de este humano Doctor en Música, magnífico profesor e indudable musicazo. Significado de una de las celebérrimas piezas para violín solo adaptadísima a infinidad instrumentos como bien explica y documenta este magnánimo pedagogo e intéprete.
    Escuchando esta pieza he disfrutado enormemente de la grandeza bachiana.

    Felicidades maestro y un placer bener de su sabiduría.

    ResponderEliminar
  3. Fantástico como siempre. Qué didáctico y que ritmo de lectura más fluido gracias a lo bien escrito que está!Espero con muchas ganas al siguiente. Gracias.

    ResponderEliminar
  4. Por Dios Gabriel, te superas cada dīa, me has dejado.anonadada y casi sin respiración

    ResponderEliminar

Publicar un comentario