Breve encuentro, por Vicente Llamas

Un banco (las piedras del Manzanares quedaban lejos), parque central, a dos leguas del Ateneo de San Juan de Puerto Rico. Hace como una hora que dos sombras se entrelazan en él ... Casi inaudibles sus ecos. M. Z.: Este exilio fecundo ha hecho más veraz la soledad, el ámbito privilegiado para que la patria se descubra . La soledad es en sí misma una acción, una acción que brota del aislamiento comunicable . Los medievales evocaban un patria animae , el destierro era la vida terrenal, mísero destino de anámnesis en el que abrazar la cicuta ... No. No cabe un exilio de la historia: el vacío que deja la consumación de la tragedia es el espacio de soledad en el que soñar. Las prendas del exiliado , una mirada que no interroga, un llanto que todo lo tiñe de colores infieles a la luz, no deben velar la libertad que se llevó consigo , la verdad que ha ido conquistando en la vida póstuma que se le ha concedido. J. R. J.: Yo he contado en él el frío y el barro, pero ni el frío ni el bar...