LOS SONIDOS Y EL TIEMPO: Burlesque de Quixotte, por Gabriel Lauret
Considerado actualmente el tercero en discordia entre los compositores alemanes del Barroco, aunque alejado del reconocimiento de Bach y Händel, Georg Philipp Telemann disfrutó de una enorme fama y prestigio en vida. Es uno de los compositores más prolíficos de todos los tiempos ya que su obra abarca más de 3.000 composiciones, la mitad de las cuales se han perdido y la mayoría no se ha interpretado desde el siglo XVIII. Su vida fue similar a la de otros músicos contemporáneos que buscaban puestos que les dieran estabilidad económica en diversas cortes o ciudades. Factores clave para que Telemann se convirtiera en el músico más famoso de su época en Alemania fueron su personalidad afectuosa, una tremenda confianza en sí mismo y una productividad increíble desde temprana edad.
Telemann nació en Magdeburgo en 1681. Su padre murió cuando Telemann tenía cuatro años, por lo que fue su madre, propietaria de una cervecería, la que se encargó de su educación. A pesar de la oposición familiar, Telemann pudo estudiar música y comenzó a componer en secreto, de manera autodidacta, e incluso creó una ópera a la edad de 12 años, Sigismundus, sobre La vida es sueño de Calderón.
En 1701 se trasladó a Leipzig para estudiar Derecho en la Universidad, posiblemente para complacer a su madre. Pero la pasión por la música fue más fuerte y terminó convirtiéndose en músico profesional, componiendo regularmente obras para las iglesias de San Nicolás y Santo Tomás, y dirigiendo la ópera municipal. En Leipzig fundó también, junto a compañeros de universidad, el famoso Collegium Musicum, que podemos considerar un antecedente de lo que fue y es la orquesta del Gewandhaus. Georg Philipp era tenido por músico moderno y versátil, capaz de atraer a la juventud universitaria, de componer música eclesiástica pero también óperas. Sin embargo, un conflicto en el que se vio envuelto con el cantor de Santo Tomás, Johann Kuhnau, precipitó su salida de la ciudad con sólo 24 años.
Tras estancias breves en Sorau y Eisenach, en 1711 se trasladó a Frankfurt para convertirse en director musical de la ciudad. Aquí, como en Leipzig, fue una personalidad importantísima en la vida musical, componiendo para dos importantes iglesias y fundando un nuevo Collegium musicum. Casado en 1709, su mujer falleció poco después del nacimiento de su hija, por lo que volvió a hacerlo en 1714, un matrimonio que le daría nueve hijos (no todos sobrevivieron) y problemas matrimoniales: la infidelidad de su esposa y sus enormes deudas de juego.
En 1721 Telemann aceptó la invitación para trabajar como director musical de las cinco iglesias más importantes de Hamburgo. Allí permanecería el resto de su vida, menos algún viaje esporádico, como una breve estancia de ocho meses en París en 1737, tras la que incorporó el estilo operístico francés a sus obras vocales. Porque Telemann dominó diferentes estilos: los que se imponían Europa, francés e italiano, y el estilo autóctono alemán, mucho más sobrio que los anteriores, e incluso, al final de su vida, se adaptó al estilo galante, estando siempre a la vanguardia de las nuevas tendencias musicales. Además, tenía un absoluto compromiso artístico: detestaba las exhibiciones vacías de virtuosismo y en su lugar insistía en que cada nota o instrumento inusual debía servir sólo al propósito musical de la obra.
Telemann murió en 1767 a causa de lo que en ese momento se registró como una "dolencia en el pecho”.
Hasta en tres ocasiones utilizó el Quijote como pretexto en diversos momentos de su larga carrera compositiva. La primera, una de sus obras más interpretadas en la actualidad, es la Burlesque de Quixotte, compuesta en 1716 en Frankfurt para que la interpretara su Collegium Musicum. Los ocho movimientos de esta suite describen admirablemente momentos de la novela: el ataque contra los molinos de viento, los suspiros de amor por Dulcinea, el galope cansado de Rocinante y el del asno de Sancho Panza. Telemann despliega todo su ingenio en esta obra deliciosa en la que se percibe su gran sentido del humor.
Las otras dos obras entran dentro del campo de la música escénica.
En 1727 compuso Sancio, oder Die Siegende Großmuth (Sancho o el triunfo del valor), que podemos incluir como una de las primeras muestras de Singspiel, con elementos cantados y hablados, y que trata de las aventuras de Sancho en la isla Barataria. Más de treinta años después, casi octogenario, aceptó el libreto de un joven poeta de tan solo dieciocho años, Daniel Schiebeler. Don Quijote en las bodas de Comacho (sic.) está basado en esa conocida escena quijotesca, evocando un ambiente pastoril, en el que se imitan los sonidos de instrumentos típicos de las fiestas españolas.
Telemann y Johann Sebastian Bach tuvieron una estrecha relación. Telemann fue el causante de que Bach llegara a Leipzig: a la muerte de Kuhnau, solicitó y obtuvo el puesto de cantor para Santo Tomás, pero lo rechazó después de obtener un aumento de sueldo en Hamburgo. Después de que otro candidato declinara, el cargo recayó en Bach. Sin este rebote igual la Pasión según San Mateo, instrumentada para doble orquesta, doble coro y doble órgano, siguiendo las posibilidades que ofrecía esta iglesia, no hubiera sido compuesta, al menos no como la conocemos. Telemann y Bach se estimaron mutuamente; de hecho, a su muerte le sucedió en Hamburgo su ahijado, Carl Philipp Emmanuel, el segundo hijo de Johann Sebastian.
Si quieren superar los prejuicios sobre Telemann, escuchen su música. Tiene miles de obras que les harán cambiar de parecer.
Ilustraciones musicales:
Como explicaba en el artículo, Telemann es probablemente el compositor más prolífico de la historia, por encima de Mozart, Schubert o Vivaldi. Su obra abarca todos las formas y estilos imaginables en su época. Por dar sólo unas cifras, que oscilan considerablemente según las fuentes, unas 50 óperas (de las que se conservan 29), 125 suites orquestales, 125 conciertos para distintos instrumentos y combinaciones, varias docenas de otras obras orquestales y sonatas de cinco a siete partes, casi 40 cuartetos, 130 tríos, 87 obras a solo, 80 obras para uno a cuatro instrumentos sin bajo y aproximadamente 250 piezas para teclado. Algunas fuentes incluso hablan de 1700 cantatas. Por ello es imposible recomendar una obra única obra. Aún así, además de la Burlesca de Quijote, me voy a permitir incluir su Pasión según San Lucas, obra de 1728, en el apogeo de su estancia en Hamburgo.
Burlesque de Quixotte, TWV 55-G10
Ars Lyrica Houston
Pasión según San Lucas TWV 5:13
Jörg Dürmüller, tenor
Andreas Weller, tenor
Jörg Hempel, barítono
Marek Rzepka, bajo
Ingolf Seidel, bajo
Telemann-Consort-Magdeburg
Magdeburger Kammerchor
Wolfgang Katschner, director
Qué placer aprender contigo en este rinconcito!!!!
ResponderEliminarIrene me ha leído el pensamiento!
ResponderEliminarFantástico como siempre!!Muchas gracias :)
ResponderEliminarPues sí, y qué buenos enlaces a las mejores versiones! Un maestro!!
ResponderEliminarEnhorabuena Gabriel por este Blog. Cada entrada es una píldora formativa que en mi opinión, no deja indiferente. Siempre aprendo una cosa nueva. Enhorabuena!
ResponderEliminarSalud
Que maravilla Telemann y descubrir cosas con vos!!!
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