CRONOPIOS. Autoentrevista, por Rafael Hortal
La “Válvula del Tiempo” es un objeto decorativo que tiene el autor del libro “Encuentros. Personajes femeninos de la literatura erótica” en el estante sobre el televisor, sustituyendo a la antigua figurita de bailaora española que vendían en las tiendas de souvenirs. En otra época, esa bonita válvula de vacío trabajó la radiofrecuencia para que los oyentes disfrutaran con “El Consultorio de Elena Francis”, que ahora sabemos que las respuestas las escribía un cura franquista.
Entré en esa válvula sin atmósfera para entrevistar a un escritor que conocía muy bien.
Válvula
Periodista. —¿No le parece este un lugar raro para quedar? Es surrealista.
Escritor. —Me atrae el surrealismo tanto en el arte como en la literatura. ¿A usted le parece bien comenzar mintiendo? Nunca he tenido una figurita bailaora ni he escuchado a Elena Francis.
P. —Es una licencia periodística.
E. —Le agradecería que no se desviase del tema. He venido para hablar de mi libro.
P. —Esa frase me suena.
E. —Todo el mundo que saca un libro nuevo quiere hablar de él.
P. —Para venderlo bien.
E. —No le digo que no quiera traducirlo a todos los idiomas y ser famoso mundialmente, ¿Por qué no? Pero los escribo para disfrutar imaginando historias, investigando sobre la condición humana…
P. —Sobre todo con la condición erótica.
E. —El erotismo es lo más humano, lo más racional. Los animales sólo tienen instinto sexual.
P. —Algunos humanos sólo tienen el instinto, deseo…
E. —Mis libros son para personas que valoran el erotismo.
P. —¿Se considera un escritor de culto?
E. —Sí, tengo un grupo selecto de seguidores inteligentes.
P. —Ja, ja, ja. ¡Cómo sabe quedar bien!
E. —Es cierto, muchas personas no hablan ni escriben sobre sexualidad, es un tema tabú en esta sociedad, pero en privado se acercan hombres y mujeres para contarme experiencias sexuales.
P. —Usted no es sicólogo ni sexólogo, ¿Lo consideran un experto?
E. —Experto no, solamente una persona curiosa que ha investigado todas las parafilias. Además, saben que los secretos que me cuenten los reflejaré novelados y cambiando sus nombres y lugares. Me gusta entrevistar a la gente… y en este caso a los personajes femeninos más eróticos de la historia de la literatura.
Portada del libro
P. —Cuénteme algo que le haya sorprendido.
E. —La realidad siempre supera a la ficción. Me gustan todas las transgresiones en la ficción y me escandaliza ver las noticias reales.
P. —Usted reivindica el erotismo, pero me habla de sexo puro y duro.
E. —Los personajes de mis novelas sienten atracción sexual, pero no sólo van a desahogarse, hay conquistas, preámbulos, lugares cómodos, y sobre todo mayoría de edad y consentimiento mutuo.
P. —El tiempo de esta válvula de radio se está acabando y no me ha hablado de su nuevo libro.
E. —Será sorpresa para algunos, sólo tengo que mencionar que la excelente portada es de Javier Lorente y el exquisito prólogo de José Antonio Molina, que acaba diciendo. “Abriréis el libro y ya no querréis cerrarlo”.
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