LOS SONIDOS Y EL TIEMPO, El tango según Piazzolla, por Gabriel Lauret
Ya a nadie sorprende, como ocurría hasta no hace mucho, que las composiciones de Astor Piazzolla se estudien en los conservatorios, a pesar de estar aparentemente más relacionado con la música popular que con la culta. Podemos considerar Histoire du Tango como una obra en cierta medida autobiográfica, ya que Piazzolla tuvo un papel esencial en la evolución de este tipo de música. Escrita para una agrupación algo inusual de flauta y guitarra, se estructura como una suite en cuatro movimientos. Mejor dicho, en cuatro momentos.
Con Burdel 1900 (traduzco del francés), Piazzolla hace un pequeño homenaje a las raíces del tango, que surge a finales del siglo XIX en la zona del estuario del Río de la Plata. Argentina era tierra de promisión para miles de recién llegados de Italia y España, aunque frecuentemente lo olvidemos porque el cine de Hollywood no nos lo recuerda. La flauta y la guitarra eran instrumentos tradicionales del tango primitivo que le infundían una vivacidad y energía que en parte se perdió más tarde. Aunque se cantaba, con letras por lo general procaces, se concebía como baile, con el característico ritmo binario.
Astor Piazzolla nació algo después, en 1921, hijo de argentinos de ascendencia italiana que solo tres años más tarde emigraron a Nueva York. En 1927 su padre le compró un bandoneón, el que sería su instrumento, un instrumento humilde, casi marginal, que Piazzolla elevó a las salas de concierto. Recibió clases de Bela Wilda, alumno de Rachmaninoff, quien le inculcó su amor por Bach. Es la época de Café 1930. El público prefería escuchar, por lo que el tango se convirtió principalmente en canto, y el cantor por excelencia fue Carlos Gardel. Como tantas veces, el destino juntó a Piazzolla, todavía un niño, con Gardel, con quien tocaría un tango por primera vez y, justo a tiempo, también los separó. Piazzolla participó en El día que me quieras, una de sus películas, con un pequeño papel como vendedor de periódicos. Gardel le invitó a participar en una gira por América, pero su padre declinó la oferta. Poco después Gardel y su grupo perdieron la vida en un accidente aéreo.
De vuelta a la Argentina, aconsejado por el pianista Arthur Rubinstein, estudió con el compositor Alberto Ginastera. Simultáneamente, comenzó a trabajar con Aníbal Troilo, conocido músico de tangos, para quien pronto comenzó a realizar arreglos. En 1946 creó su primera agrupación, a la que seguirían otras muchas durante su carrera, y su relación permanente con la industria del disco. Piazzolla tenía un carácter volcánico que provocó la ruptura de varios de sus grupos. Aunque componía y arreglaba para las formaciones de tango más prestigiosas, y era autor de bandas sonoras para películas, no dejaba de intentar ganar prestigio en el mundo de la música clásica. Su triunfo en 1953 en un concurso de composición con la Sinfonía Buenos Aires, obra controvertida porque usaba dos bandoneones, le permitió partir hacia Europa para proseguir sus estudios musicales. Con 33 años llegó a París, donde se encontró con Nadia Boulanger, una influencia esencial en su carrera, quien le aconsejó que continuara con el tango, aunque tan importante como estos estudios fue su toma de contacto con el mundo del jazz.
Su vuelta a Buenos Aires marcaría el comienzo de tres décadas de actividad en las que experimentó con diversos estilos y sonoridades, en Argentina, nuevamente en Nueva York y en Italia, sin contar sus continuas giras por América y Europa. Aunque Piazzolla probaría distintas combinaciones, volvería recurrentemente a un quinteto que incluía guitarra eléctrica (instrumento inicialmente novedoso), violín, bandoneón, piano y contrabajo. Sabedor de que estaba destinado a renovar el tango, lo fusionó con elementos de la música clásica como el contrapunto y otros del jazz como el swing. A lo largo de los años, Piazzolla añadió aportaciones de la bossa nova brasileña, del rock y de la música electrónica, aunque en una etapa final regresó a la composición de obras sinfónicas y de cámara. Incluso se permitió romper el ritmo característico del tango tradicional buscando otras posibilidades más flexibles e innovadoras, siguiendo a Stravinsky o Bartok. Por todo ello, Piazzolla fue declarado asesino del tango por los puristas.
El inicio de este periodo es el que describe Nightclub 1960, que hace referencia a una época en la que el tango se escuchaba en locales nocturnos. Un año antes se produjo la muerte de su padre, que le inspiró para componer uno de sus temas más conocidos y conmovedores, Adios Nonino. Casi a finales de esta década, siguiendo la moda de las óperas pop, Piazzolla compuso María de Buenos Aires, con textos del escritor uruguayo Horacio Ferrer, un intento de West Side Story porteño.
Llegamos a 1985, cuando escribe su Histoire du tango, que se corresponde con el Tango de hoy. Piazzolla componía para salas de concierto y esta obra se estrenó en el Festival de Lieja, al igual que su Concierto para Bandoneón y Guitarra. En 1987 grabó su Concierto para Bandoneón en el Central Park de Nueva York. Dos décadas antes ya había triunfado en el Philarmonic Hall del Lincoln Center. Cuando su fama se extendía por todo el planeta, sufrió un infarto cerebral en París del que no despertó. Trasladado a Buenos Aires, falleció dos años más tarde, en 1992.
Como tantos compositores, Piazzolla no fue testigo del triunfo de su música en las salas de concierto. Ya a nadie sorprende poder escuchar Las estaciones porteñas en un mismo concierto con las Estaciones de Vivaldi. Además, de una forma bastante curiosa: al igual que Piazzolla era arreglista, escuchamos a Piazzolla sobre todo por adaptaciones de sus obras realizadas por otros que, sorprendentemente, mantienen siempre intacto el espíritu del compositor.
Piazzolla declaró que esperaba que su música se escuchara en 2020 y también en el año 3000. Lo primero ya lo ha logrado.
Dedicado a mis amigos argentinos, especialmente para Alan, David, Marcelo y Martín.
Ilustraciones musicales:
Astor Piazzolla - Histoire du Tango
Alja Velkavehr, Flauta
Alberto Mesirca, Guitarra
Astor Piazzola, bandoneón
Orquesta Sinfónica de la Radio de Colonia
Director: Pinchas Steinberg
Leyéndote soy más consciente de que nunca termina uno de aprender... Y eso es bueno.
ResponderEliminarCésar.