RELATOS DE UNA MOSCA. De conciertos, cretinos digitales y aforamientos, por Pedro H. Martínez
No sé. Debo ser una mosca idiota. ¿Me gusta la música? Si. Que fácil es decirlo. Sobre todo la que suena bien. He volado, a lo largo de la historia, desde tamtanes a Mozart, pasando por vals, réquiems, Roy Orbison o The Beatles… pero paso de los autotunes, de engañabobos e idiotizados reguetoneros. No puedo oír a Bad Bunny, ya lo he dicho. No puedo, se me quiebra un ala, siento que pierdo las fuerzas, me supura el oído, me descompongo, vomito. Si, las moscas también vomitamos, y lo hacemos por muchas cosas, preferimos comernos alimentos en mal estado, en descomposición, que oír a un cantante que no cante. Llámennos sensibles, dígannos que hay cosas peores… La verdad que no: ¿qué clase de angustia sufrirían si tuvieran que entrar a un quirófano y ponerse en manos de alguien que no entiende de medicina? ¿Se dejaría operar? No, lo tengo claro. Entonces, ¿por qué acuden millones de personas a conciertos en nuestro país a conciertos de este personaje, gastándose lo que no está escrito?, ¿qué hace que miles y miles de jóvenes saboteen su verano malgastando la poca “pasta” que tienen en conciertos de este “no cantante”? ¿Lo saben? Cuando no hay una explicación a un hecho repetido, decimos debe haber una causa sociológica, es la globalización.
Pongámonos estudiosos y leídos. He volado por muchos países, y, la verdad, e
s cierto que es global. La humanidad es cada vez más tonta, sois cada vez más tontos, por ende, más manipulables. No, no es gratuita esta afirmación, está contrastada. La revista científica NATIONAL GEOGRAPHIC ESPAÑA, sacó un artículo en abril de 2023 que tituló “EL COEFICIENTE DE INTELIGENCIA ESTA DESCENDIENDO POR PRIMERA VEZ EN DÉCADAS”. Es lo que llama el efecto Flynn, por el investigador neozelandés James R. Flynn, que ha estudiado el coeficiente intelectual en todas las partes del mundo a lo largo del siglo XX y principios del actual siglo XXI. Con un resumen claro: “Desde 1930, las puntuaciones de cociente intelectual habían estado aumentando de forma constante entre toda la población, pero esta tendencia parece haber cambiado”. Cada generación superaba en 2 o 3 puntos porcentuales a su predecesora, pero la cosa ha cambiado. Hace dos generaciones se observa que el coeficiente se ha estancado, y la actual… la actual desciende esos 2/3 puntos. Lo describe perfectamente el doctor en neurociencia francés y escritor, Michel Desmurget, en su libro “La fábrica de cretinos digitales: Los peligros de las pantallas para nuestros hijos”, ya el título dice mucho. El resumen del libro es prácticamente el título: “El mundo se está convirtiendo en una fábrica de cretinos digitales”, y añado yo: “y sordos”, de ahí la tolerancia al mal gusto y al autotune.
Mi pregunta es, ¿se trata de un cambio de tendencia simple por adaptación a las nuevas tecnologías?, o, ¿es más un cambio hacia el control de la sociedad? Una sociedad que no piense, que no contemple alternativas, que no haga análisis, que no sea crítica… es una sociedad zombi. Sé que esto les gusta, les veo sonreír. Pero no esperen “un apocalipsis zombi”. Yo soy más partidario de una “rebelión en la granja”, soy más del alzamiento de la sociedad gallina, sin pretender ofender. Si no, díganme como son capaces de soportar que se rían en su cara sin que salten, piquen, muerdan para defender su dignidad. Nosotras, las moscas, esos seres insignificantes, descuidados y olvidadizos, lo hacemos. Les hablo de que muerden, ni protestan si no les llega el agua sobrante que tirar al mar, les hablo de cómo toleran la corrupción y despilfarro de los impuestos, del abuso de poder de la Hacienda pública… ¿Cómo pueden soportar fraudes de ley con aforamientos de presuntos delincuentes? Si es un delito el alzamiento de bienes, esto del aforamiento para evitar ser juzgado, debería ser fraude de ley, y ser tipificado, con su pena sin redención, como delito de “meriodetodoslosespañoles”, pero no, siguen con enormes tragaderas. Y es que su sociedad, de nuevo cuño, entre la crianza de cretinos digitales, la capacidad de auto manipulación, y la genética de culto, van apañados.
Les gusta aparentar pero no mirarse al espejo, por eso inundan los gimnasios y vacían las bibliotecas. Un dicho alemán dice que “al cuerpo se le alimenta con buena comida y ejercicio, y al cerebro con mucha lectura”.
Las moscas seguimos volando, aprendiendo, y aumentando nuestro coeficiente de inteligencia, la pena es que no nos acordamos de la mitad de las cosas. Si no le hablaríamos de lo que escuchamos en despachos y leemos en teléfonos, pero eso es otro charco para otro día. Y yo… yo soy solo una mosca. Y el CNI sin contestar.
Sinceramente pensamos igual, estamos en una sociedad que se está convirtiendo en un rebaño de borregos que no aprecian la vida! Espero que reaccionen y pueda cambiar.
ResponderEliminarDesconocía lo del coeficiente de inteligencia, siempre había pensado que nuestros hijos eran más listos que nosotros. Madre mía. Muy interesante
ResponderEliminarYo tampoco soporto a Bad Bunny. Que barbaridad de mosca... Me encanta leerte
ResponderEliminarCada uno ve las.cosas.conforme le va. La mosca no logro pillarla
ResponderEliminarPero lleva razón
Waroy de acuerdo contigo. Querida mamá afuera alertandonos de loa idiotas que somos
ResponderEliminarWow, cuanta información en tan pocas palabras, digno de investigar. Nos pones de vuelta perejil pero lo tenemos ganado a pulso. Deseando leerte el siguiente
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