LOS SONIDOS Y EL TIEMPO. El perdón de Gesualdo por Gabriel Lauret

 







Gesualdo es el nombre de un pequeño pueblo italiano del sur de Italia y también era el de una familia noble de procedencia normanda allí asentada. En este pueblo, en el altar de la iglesia de Santa Maria delle Grazie, se encuentra ll Perdono di Gesualdo, un cuadro de grandes dimensiones finalizado por el florentino Giovanni Balducci hacia 1609, por encargo del que sería el último señor de esta familia. 


Carlo Gesualdo nació en 1566 en Venosa, perteneciente al reino de Nápoles y a la corona de España. Fallecida su madre, a petición de su tío Carlo Borromeo fue enviado con siete años a Roma para que emprendiera la carrera eclesiástica. Allí tuvo protección de otro tío suyo, Alfonso, que llegaría a ser arzobispo de Nápoles y decano del Colegio de Cardenales. Al fallecer su hermano mayor en 1584, Gesualdo heredó los títulos y derechos dinásticos de la familia, por lo que dejó la Iglesia. Atraído por la música, aprendió en la academia fundada por su padre y frecuentada por importantes músicos como Pomponio Nenna y Giovanni de Macque. Entendamos academia en el sentido renacentista: lugar de encuentro, discusión y creación de artistas y filósofos. En 1586 se casó con su prima María de Ávalos, una mujer de extraordinaria belleza para quien, a pesar de contar sólo con 24 años, cuatro más que Carlo, este era su tercer matrimonio, al haber fallecido sus  anteriores maridos. En el palacio de Nápoles donde habitaban nació un año después su hijo Emanuele. 


Sin embargo, Maria comenzó una relación con Fabrizio Carafa, duque de Andria. Los rumores llegaron a oídos de Gesualdo, que planeó su venganza. Se escondió en una de las estancias del palacio para simular su ausencia por una cacería y, en la madrugada del 17 de octubre de 1590, acompañado por tres sirvientes armados con espadas y arcabuces, sorprendió a los dos amantes en el lecho, que fueron salvajemente asesinados y mutilados. Gesualdo incluso volvió a entrar en la habitación para rematar a su mujer. A continuación, se presentó ante el virrey de Nápoles. Pertenecer a la nobleza napolitana y las costumbres de la época permitieron que fuera absuelto sin llegar a comparecer ante la justicia. Sin embargo, el virrey le recomendó que se alejara de Nápoles para escapar de las probables represalias de las familias Avalos y Carafa. El doble asesinato tuvo enorme repercusión en toda Italia y poetas como Torquato Tasso cantaron y contaron esta trágica historia.


Carlo se refugió en la fortaleza que poseía en Gesualdo. Un año después murió su padre y se convirtió en príncipe de Venosa. Volvió la calma y en 1594 contrajo matrimonio con Leonor de Este, motivo por el que Gesualdo se trasladó a Ferrara, sede de la corte de esta familia, un importante centro de actividad musical, especialmente del madrigal. Gesualdo conoció allí a Luzzasco Luzzaschi, uno de los innovadores del género, y un instrumento muy particular, el arcicembalo cromático. La práctica de este instrumento tuvo una indudable influencia en la evolución de Gesualdo y su atracción por el cromatismo. En 1595 regresó al castillo de Gesualdo y contrató en exclusiva a un grupo de músicos para que interpretara su música, entre los que estaban Nenna y Muzio Effrem. 





Il Perdono di Gesualdo. Giovanni Balducci. (1609). 

Iglesia de Santa Maria delle Grazie en Gesualdo.


Pronto comenzaron los problemas conyugales. Leonor le acusó de maltrato y su familia intentó obtener el divorcio, a lo que se unió la muerte en 1600 de Alfonsino, el único hijo de la pareja, en la que se rumoreó que Gesualdo había tenido participación. Sus problemas mentales se agudizaron; rara vez salía de su castillo, dedicándose por completo a la música, mientras que Leonor se trasladaba frecuentemente a Modena con su hermano.


Motivos sobrados tenía Carlo Gesualdo para intentar limpiar su culpa y en estas circunstancias encargó este cuadro a Balducci, que en su parte superior alberga una sacra conversazione, con Jesucristo, la Virgen María, que intercede por los pecadores, y María Magdalena, símbolo del arrepentimiento, junto a santos protectores. En el lateral inferior izquierdo aparece Gesualdo arropado por su tío Carlo Borromeo, fallecido en 1584 y por quien tenía auténtica devoción, que fue canonizado en 1610, por lo que no aparece entre los santos. Ellos dos y Leonor, aislada en el lado opuesto, como en su matrimonio, flanquean el alma de Alfonsino, mientras que abajo, entre las llamas del infierno, están Maria de Avalos y su amante. Para ser interpretados delante del cuadro publicó en 1611 sus Responsos de Tinieblas, la única colección que Gesualdo firmó con su nombre y títulos durante su vida.


Este perdón no fue suficiente para Carlo Gesualdo, que era azotado diariamente por sus sirvientes para aplacar a sus demonios y que vivió atormentado el resto de sus días. El final se precipitó en 1613 al fallecer su hijo Emanuele tras caer de un caballo. Gesualdo fue hallado muerto y desnudo cuando llevaba dieciocho días recluido en una cámara del castillo. Murió, con total seguridad, torturado por su enorme sentimiento de culpa, accidentalmente, por alguno de los jóvenes que lo flagelaban, o porque decidió quitarse la vida con su propia mano.


Gesualdo fue un adelantado a su época, en la que su música parecía extravagante y difícil de cantar. No componía por necesidad, sino por su propio placer o por su deseo de absolución. La mayor parte de sus obras, entre las que destacan sus colecciones de madrigales, fueron publicadas de forma anónima. Sus giros armónicos, su uso del cromatismo y la modulación entre tonalidades lejanas no se volverían a escuchar hasta bien avanzado el siglo XIX.


La historia de Carlo Gesualdo fue rescatada en el siglo XX por diversos autores. Stravinsky escribió Tres sacrae cantiones en 1959 y Monumentum pro Gesualdo en 1960, reelaborando algunos motetes y madrigales. Salvatore Sciarrino le ha dedicado más de una ópera, e incluso el director de cine Werner Herzog dirigió un documental en el año 1995. Paradojas del destino, Francesco de Avalos, descendiente del linaje de los Avalos, escribió la ópera Maria di Venosa en 1992, proporcionando a su antepasada el perdón que nunca le concedió Gesualdo.






Ilustraciones musicales:

Carlo Gesualdo: 'Tenebrae Responsoria' Sabbato Sancto (1611). La Compagnia del Madrigale.


Carlo Gesualdo. Madrigales. Libro 6. Ensemble Métamorphoses

Comentarios

  1. No soy original... ni lo pretendo. Aquí uno nunca termina de aprender.

    César.

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