Poemas de Concha Lavella

 Poemas de Concha Lavella








Caracol

Ahora los vientos se han cansado de llamar por su nombre al agua

vienen rayos a mi frente para avisarme 

que el verano sigue
en su caracol, bebe
calor hasta hacer que en la piel salga el agua que el viento
no sabe
como llamarla y es salada.

¡Viento sopla en la madrugada frescor Traenos el agua amada!



El agua de los versos caidos

El agua de los versos caidos
El manantial del grito
La bailarina escribe versos mientras
El universo de los candelabros celebra llantos
un mantel de lino cubre el porvenir de los idiotas que no saben nada de los trinos de los pájaros
con el idioma de la intolerancia al extranjero
Cubren de corbatas los escenarios para celebrar guerras
construyen el mundo de moribundos sin brazos ni piernas.
Son la real escoria y se
congratulan de sus victorias mostrando laa pezuñas de su demonialidad.
Los políticos con cabezas de pato despliegan sus cua cuas en mitad de los escombros y el
crimen recién hecho
Meriendan asco y comen martirio colectivo
No les basta ir a palacio con zapatos de charol
arrastran cadaveres por doquier
Deshacen vidas en movimiento
Así dicen que van dando un progreso a su pais.
Huelen a cloacas mientras engordan su destino con paises rotos.
Degüellan mujeres y niños en el mapa
Haciéndolo más pequeño y frágil.
Es la creación del crimen por institución
Exterminio.
Gran madre de los cadáveres pequeños y sin futuro.
Beben el vino del banquete de sapos con pajarita.
Dan Amén a quienes se acerquen a su altar.
su bendición al cobarde e indiferente.
Muestran sus guantes blancos para orar mientras envian armamento en toneladas por vía naval

El agua de los versos caidos llama.



Has dicho Aire Cruzas el aire en mi carne te clavas Has dicho Sangre Por el aire estallas en fuente En contraste sigue el fondo ¿Has dicho piedras? Yo, solo cruzo el aire. Me hundo y estalla Has dicho Sangre yo Me arrojo Salto,giro En el suelo me hallo, Curvo ¿Has dicho sable?
No Sólo digo aire Bei Kin
Dinastía




Zapato roto
Suela abierta Miro hacia atrás, se nubla la vista . Mi pelo está engomado por el polvo y el tiempo. Llevo días así. A una distancia como de un metro pasan tanques y aviones vuelan muy bajo haciendo un tremendo ruido A mi alrededor hay muchos muertos,gente que grita llorando y mucho. -suelas despegadas- piden comida y agua.
-Suelas despegadas-
sigo caminando con mi zapato abierto. Arrastro la otra pierna helada. Se abre el horizonte Amanece, tal vez. sigo como en una larga noche interminable. Rezo me pongo a llorar, no encuentro fuerzas para hacerlo. Alguien se acerca para llevarme en un camión viejo. Alguien me ha abrazado, me duermo. Oigo un gran estruendo a mi alrededor hay muchos muertos. A Algunos les conozco, a otros no. La Escuela se ve desde lejos pasamos por los escombros. Me despierto. Escucho estruendos lejanos, otros cerca. Estoy sentada en la Escuela leo y escribo la maestrae mira. Me llama a la pizarra. Miro mi zapato roto y me duele Me duele el pie desnudo, la escuela, la mestra Lejos mis padres me llaman. ¡¿Me habré muerto?!? Suenan de nuevo estruendos. Gritos. Niños solos que gritan. Algunos llevan heridas y sangre. Madres solas desesperadas Palestina Un olivo un olor a cocina una canción


Sin título

No. No, yo no era 

esa nube de granizo 

que rompió tus cristales. 

Mientras en mi niebla quedé tratando de llamar al sol de media tarde. ¡Claro!, tú me viste 

Y sólo sentiste tus piedras 

el cristal que rompíó tu esperanza. 

Las cenizas mezcladas entre la hierba. 

Dedicado a mí y a las que le ocurrió sin yo saberlo.



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