Poemas de Cocha Lavella

 






TINTA AZUL 


Ayer te escribí con letras de tinta azul versos verdes y rosas. 

Recibí tu carta casi borrada por la lluvia de abril. 

A la altura de tu sombra más gris y menos oscura, 

como un poco de amanecer roto. 

Saqué de la almohada el mañana, 

algunos sueños naranjas y soles de media tarde  

con un poco de luna al anochecer. 

Sílabas de aire se hicieron palabras 

y se juntaron para decir tu nombre 

de fresa, de frutas del bosque 

y un aroma de vainilla... 

Se iba... por todas las calles de tu aldea... 

hasta la escuela.




MAMAPOU BIREK 


Sonrisa ancha de lago con atardecer dentro, 

sus ojos llenos de luz del desierto dorados y sonrientes 

manos de almas de baobab, 

corazón estrella del volcán 

un regalo para el alma y una bendición para el cuerpo. 

Habla como las hojas anchas y verdes, 

sus palabras ecos de muaré, 

escribe canciones lejanas, 

ecos de flor, 

de serpiente, 

de agua, 

al caer. 

Silencios lejanos, 

mundo primigenio y místico, 

regalo de cielo de fuente. 

Y siempre, 

tambor de fuego, tambor de sol, 

grita su nombre adentro.




LAS FLORES DEL MUNDO 


Las flores del mundo son 

del aire que las roza, 

de los ojos que las miran, 

de las manos que las tocan, 

de las narices que las huelen, 

y de los poetas que las sueñan. 

Ni amos ni señores. 

Ni poderosos, ni avaros 

han podido nunca apoderarse, 

arrebatarle al mundo su fragancia, 

crecen sobre la tierra. 

El tiempo deja todo 

a los pies de los que sienten, 

a los niños, a los abuelos, 

a los enamorados, a los vagabundos, 

a las madres, a los hijos, 

a los que no se ven pero existen.


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